Alimentación, cuidado con el efecto “yoyo”
- Escrito por Redacción
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Se estima que el 83% de los mexicanos sigue una dieta especial que los limita o restringe de comida o ingredientes específicos. Cada vez son más los consumidores que cambian sus hábitos alimenticios por diversas razones; sensibilidad alimentaria, alergias, deseo de mantenerse saludables o convicciones personales.
Después de haber estado en algún régimen alimenticio o dieta, existe la posibilidad de presentarse el efecto “yoyó”, una tendencia a ganar peso posterior a conseguir una pérdida considerable del mismo, es un movimiento de ascenso y descenso como el juguete yo-yo.
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Actualmente, existen investigadores que enfocan sus estudios en detectar formas para evitar este efecto de rebote. Por ejemplo, un estudio que se puede consultar en el portal del Biocodex Microbiota Institute, investigó el papel de la microbiota fecal frente a este fenómeno.
Se trató de un grupo de investigadores estadounidenses que sometieron a un número determinado de pacientes con obesidad en un programa de actividad física, siguiendo tres tipos de dietas: recomendaciones clásicas, dieta mediterránea con algunas nueces o dieta mediterránea “verde”.
A los 6 meses, 90 de los pacientes lograron perder 8.3kg (aproximadamente); Después, los científicos recogieron sus heces para crear cápsulas a partir de la microbiota fecal. A los 8 meses posteriores, 46 de los participantes tomaron un placebo, mientras que los 44 restantes consumieron dichas pastillas que contenían su propia microbiota fecal.
¿Resultados positivos? Ocho meses más tarde, el grupo de pacientes que tomó las cápsulas con su microbiota y realizaron la dieta mediterránea “verde” sólo recuperaron 1.6kg, mientras que quienes tomaron un placebo –teniendo la misma dieta- subieron 3.6kg. Otro detalle interesante es que el primer equipo conservó la circunferencia de su cintura y la concentración de insulina (hormona que controla la concentración de azúcar en la sangre).
Es importante mencionar, que estos estudios experimentales han tenido resultados sorprendentes, sin embargo no es una práctica que se recomienda llevar a cabo en casa o sin asesoría de un especialista.
Sin duda, tener un balance en cualquier plan alimenticio es lo mejor que se puede hacer, ya que permite al organismo consumir los nutrientes necesarios y desechar lo que no requiere, a través de un óptimo funcionamiento de la microbiota intestinal.
