¡Ve a tu cama a dormir!
Hagamos un ejercicio de retrospección a la etapa de cuando eras niño. Recuerda las reprimendas de tus padres y sus consecuencias, por ejemplo: ¡te vas a tu cuarto a dormir! O ese clásico: ¡no vas a salir de casa! Seguro que ahora que recuerdas, pensarás con añoranza "eso era felicidad y no lo sabía".
- Publicado en Opinión