ADO y el golpe del Covid-19
- Escrito por HÉCTOR RENDÓN
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Columna Factor Covid
Nos cuentan que Grupo ADO, que dirige Aldo Alarcón, ha dado de baja a más de 5 mil colaboradores provocado por el Covid-19. La empresa contaba con más de 24 mil trabajadores. El mayor recorte se dio este año, luego de que, desde marzo de 2020, cuando se declaró el distanciamiento social, registró una caída del 90% en movimiento de pasajeros. Actualmente opera al 50%, aproximadamente.
En esta temporada de Semana Santa habría aumentado el cupo de sus unidades, principalmente en el centro del país, sin embargo, no será suficiente para alcanzar sus objetivos de corto plazo.
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La firma denominada Transportes de Oriente (ADO), apenas en 2018 había concretado inversiones por 2 mil millones de pesos para renovar 1,200 autobuses. Al mismo tiempo, puso en marcha seis terminales adicionales.
De hecho, en ese año, presentó su nueva identidad corporativa, Mobility ADO, cuyo propósito fue ampliar su oferta de servicios que abarca no solo pasaje y turismo, sino para gobierno y empresas. La jugada iba bien, hasta que llegó el Covid-19.
Para reactivar su mercado ofrece 50% de descuento en la compra de boletos y meses sin intereses. El punto es que su competencia ofrece descuentos iguales o adicionales, como es el caso de ETN, con ofertas de 50% para estudiantes y 25% para profesores.
A inicios de marzo, José Lucio González, presidente de la Cámara Nacional del Autotransporte de Pasaje y Turismo (Canapat), dijo que la industria opera a una capacidad de entre 30% y 50% y este periodo de vacaciones, representa una luz al final del túnel.
El problema, sin embargo, es que el turismo arrastra una caída mayor a 60%, en el último año, y si llega la tercera ola de Covid, como todo se anticipa, el sector podría generar mayores despidos. El problema es grave.
Difícil panorama laboral
El próximo 1 de mayo, Día Internacional del Trabajo, el gobierno federal anunciará con bombo y platillo el acuerdo con los empresarios para aumentar el reparto de utilidades. También quedará prohibida la subcontratación de personal y se regularán tanto a las agencias de colocación como la prestación de servicios especializados, es decir, cualquier trabajo que no forme parte de la razón social de la empresa.
El gran problema, dice TallentiaMX, que encabeza Elías Micha, es que, por un lado, proporcionalmente hablando, son muy pocos los trabajadores que cuentan con un empleo formal y que, en consecuencia, pueden ser beneficiarios del reparto de utilidades, sobre todo, dada la catástrofe laboral que trajo consigo la pandemia, la falta de apoyos fiscales y el alto grado de contagios, el cual obligó a dilatar las medidas de distanciamiento social.
Está claro que el outsourcing ha creado y puede seguir abriendo puestos de trabajo bien pagados y que cumplen con todos los requisitos que marca la ley, beneficiando así tanto a los empleados como a las empresas que recurren a este esquema. Más claro ni el agua.
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