Recibir el año nuevo resulta el momento oportuno para agradecer por todo lo vivido y hacer un recuento de todos nuestros aprendizajes. La familia y los amigos se reúnen y en unísono se escucha la cuenta regresiva que marca el inicio de una nueva aventura.

El 2022 es un momento oportuno para agradecer por todo lo vivido y hacer un recuento de todos nuestros aprendizajes. La familia y los amigos se reúnen y en unísono se escucha la cuenta regresiva que marca el inicio de una nueva aventura.

Las luces y los árboles que decoran los hogares mexicanos son el escenario que muestran la llegada de los últimos días del año y el preámbulo de las cenas y comidas que acompañan la mesa y las historias de estos días tan familiares, los cuales inician con las posadas y culminan con el conteo de la víspera de año nuevo.

El espíritu navideño es ese toque especial, difícil de describir y que permea en el ambiente, probablemente, desde los últimos días de noviembre y hasta los primeros de enero. Y es que durante este tiempo los olores, colores y sabores que acompañan las celebraciones son el complemento perfecto que dejan ver que la Navidad está por llegar.

La mejor forma de comenzar a priorizar nuestra salud es a través de la alimentación, ya que el consumo de una dieta balanceada ayuda a prevenir el desarrollo de enfermedades no transmisibles que pueden traernos consecuencias negativas a nuestra calidad de vida.

Uno de los platillos con más versatilidad y nutritivos para elaborar son las ensaladas. Además, aporta grandes beneficios a la salud, lo que las hace ser una de las opciones más comunes para reforzar el sistema inmunológico por la aportación de vitaminas y minerales que brindan algunos de sus ingredientes. La Costeña® te comparte los beneficios de los cinco ingredientes que la conforman y ayudan a tu bienestar.

En 2010, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) declaró a la cocina mexicana como Patrimonio Cultural de la Humanidad debido a su creatividad y diversidad, pero, sobre todo, por la trascendencia de su sazón único, que se mantiene tras el paso de las generaciones.