Fiestas patrias, toma en serio la comida
- Escrito por Redacción
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La inflamación es una parte natural de defensa de nuestro organismo contra elementos que afectan la salud como lo son las bacterias, virus y toxinas. Pero el sistema inmune es complicado y sus componentes a veces se disparan por cosas que no deberían, incluyendo algunos tipos de comida.
“La dieta juega un papel mucho más importante en lo que sucede dentro de nuestro cuerpo de lo que la gente supone”, señala la Dra. Karla Saint Andre, endocrinóloga del Hospital Houston Methodist.
La consecuencia de hacer elecciones de comida poco saludable con frecuencia es muy obvia, ganancia de peso. De lo que no siempre estamos conscientes es que tener sobrepeso u obesidad está asociado a niveles aumentados de inflamación en el organismo.
La historia de cómo nuestros hábitos de alimentación nos pueden llevar a la inflamación no se detiene ahí. “Una dieta desbalanceada significa comer muchos alimentos procesados que contienen ingredientes que activan los procesos inflamatorios de manera directa”, agrega la Dra. Andre.
Los cinco tipos de alimentos que causan inflamación incluyen:
- Carnes rojas y procesadas, incluido tocino, hot dogs, carnes curadas y aquellas usadas para sándwiches en el lunch.
- Granos refinados, incluidos el pan blanco, arroz blanco, pasta y cereales de desayuno.
- Snacks incluyendo papas fritas, galletas y repostería.
- Sodas y bebidas azucaradas.
- Alimentos fritos
Lo que todos estos alimentos mencionados tienen en común son azúcares agregados, grasas saturadas o trans, y con la excepción de las carnes rojas, todos son considerados alimentos procesados.
Además, frecuentemente estos alimentos promotores de inflamación son combinados con alcohol. Cuando mezclamos granos refinados, azúcares agregados o con sodas, entonces las bebidas alcohólicas se tornan doblemente dañinas.
¿Por qué los alimentos procesados causan inflamación?
“Las células de nuestro cuerpo absorben y reaccionan a los alimentos procesados de manera distinta que a los alimentos naturales”, indica la Dra. Saint Andre.
Tu cuerpo está programado para metabolizar y utilizar los nutrimentos, vitaminas y minerales que los vegetales, frutas y granos enteros proporcionan. De hecho, son esenciales para realizar las funciones requeridas para existir.
Las formas refinadas de azúcar, grasas y granos que se empacan en alimentos procesados son una historia diferente. No los necesitamos para existir. Además, tu cuerpo no siempre identifica lo que hay en ellos, especialmente cuando se consumen en grandes cantidades.
“Los alimentos con alto contenido de grasa, azúcar y otros carbohidratos refinados son esencialmente tóxicos para nuestros cuerpos y disparan un gran número de vías inflamatorias directas e indirectas”, advierte la especialista del Hospital Houston Methodist.
Por ejemplo, los aceites vegetales refinados que se agregan a los alimentos procesados pueden desbalancear la proporción de grasas Omega 6 y Omega 3, que siempre deberían mantener un equilibrio.
Los ácidos grasos Omega 6 y Omega 3 son esenciales porque el cuerpo no los puede producir por sí mismo, pero los requiere para sobrevivir. Por su parte, los alimentos con alto contenido de Omega 6 son generalmente más saludables, también es cierto que si se consumen en exceso y se rompe el equilibro con los Omega 3, también se producirá un incremento general de riesgo para enfermedades de tipo inflamatorio.
Cómo ajustar tu dieta para reducir la inflamación
“Lo más importante es limitar los alimentos proinflamatorios: sodas, carbohidratos refinados, alimentos procesados y empaquetados”, puntualiza la Dra. Saint Andre.
Idealmente, lograr que nuestra dieta se base en alimentos naturales cuyas fuentes de carbohidratos y grasas se acompañen también de proteína y fibra y que incluyan: frutas, verduras, granos enteros, legumbres y semillas, mucho pescado graso y aceite de oliva.