Por qué somos intolerantes a la lactosa
- Escrito por Redacción
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¿Sabías que aproximadamente el 83% de la población mexicana padece de intolerancia a la lactosa? La mayoría llegamos a una edad donde consumir lácteos nos puede traer malestares y síntomas que tienden afectar nuestra calidad de vida.
Pero ¿qué es intolerancia a la lactosa? La lactosa es un tipo de azúcar que está presente en la leche de los mamíferos y el cuerpo requiere de una enzima llamada lactasa para digerir la lactosa; la intolerancia aparece cuando el intestino delgado no produce suficiente cantidad de esta enzima. Incluso, existen tres tipos:
- Intolerancia congénita: surge desde el nacimiento por la mutación en el gen de la lactasa, provocando que esta sea mínima o nula.
- Intolerancia primaria: es la más común, ya que es se produce una pérdida progresiva de la producción de lactasa, por ello, llegamos a cierta edad donde consumir productos lácteos produce grandes estragos en el cuerpo.
- Intolerancia secundaria o adquirida: es provocada por un daño intestinal temporal que reduce la actividad de la lactasa, pero tiende a ser reversible.
Si bien algunas personas consumen productos lácteos porque aportan nutrientes como calcio, vitamina D, proteínas y riboflavina, estos nutrientes son de fácil acceso, ya que los encuentras en espinacas, espárragos, brócoli, hongos, nueces y cereales.
Hoy, existen un sinfín de opciones de leches o bebidas vegetales que nos ayudan a prevenir la inflamación, tienen una sensación ligera y tienen un buen aporte nutricional, solo es cuestión de elegir la que mejor se adapte a tus necesidades y gustos.
Bien Mercado Vegano nos explica cuáles son las leches o bebidas vegetales más comunes y los beneficios que nos trae cada una:
- Leche de avena: ayuda a regular el tránsito intestinal, brinda saciedad y combina con alimentos dulces y salados por su sabor neutro.
- Leche de almendra: es rica en vitaminas y minerales, y por lo regular contiene calcio, vitamina D y proteínas agregadas.
- Leche de macadamia: neutraliza la formación de radicales libres, reduce el riesgo de padecer osteoporosis y ayuda a tener un mayor control del peso.
- Leche de coco: es una gran fuente de vitaminas C, E, B1, B3, B5 y B6, y de minerales posee una gran cantidad de hierro, sodio, magnesio y, sobre todo, calcio.
- Leche de soya: reduce los niveles de colesterol, controla la diabetes y ayuda a fortalecer los huesos.