Plantean aprovechar la innovación en la agricultura

La Ingeniera Agroindustrial y especialista en temas legales, regulatorios y comerciales de propiedad intelectual en variedades vegetales y recursos fitogenéticos, explicó que en el contexto de la agricultura actual “es necesario atender las necesidades de una población creciente con demandas de alimentos sanos, nutritivos, de calidad y asequibles, en un entorno de cambio climático y la necesidad impostergable de hacerlo de forma sustentable e incluyente”.

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En el marco de la presentación del libro “Fortalecimiento del Sistema de Protección de Variedades Vegetales”, Enriqueta Molina, autora del libro en colaboración con José Luis Solleiro, director del Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología de la UNAM, agregó que México cuenta con una importante capacidad institucional, con un gran potencial en la generación de variedades vegetales para una amplia diversidad de especies; las limitaciones de recursos económicos y canales de comercialización y transferencia pueden ser apoyadas a través de alianzas con el sector privado y de sinergias que beneficien a los distintos actores y hagan que estos desarrollos sean accesibles para los agricultores mexicanos.

Por su parte, José Luis Solleiro aseguró que “el uso de semillas de calidad a partir de variedades mejoradas ofrece mayor certidumbre al agricultor, para que obtenga cosechas en volumen y calidad, aún a pesar de las contingencias inherentes a la agricultura”.

Al respecto, Mario Puente Raya, Director Ejecutivo de la Asociación Mexicana de Semilleros A.C. (AMSAC) expresó que “para tener un beneficio real para el campo mexicano, resulta fundamental crear incentivos para la investigación y facilitar la generación y transferencia de tecnología, proveyendo de instrumentos regulatorios que promuevan la inversión en mejoramiento, que ofrezcan certeza legal, y que favorezcan la adopción de las nuevas variedades”.

Enriqueta Molina explicó que “hay coincidencia en los obtentores consultados en que el sistema de la propiedad intelectual relacionado con variedades vegetales establece un clima propicio para la inversión en innovación, y como mecanismo de control y ordenamiento para una competencia más leal y justa, lo cual beneficia a todos los actores”.

“El impacto del mejoramiento y los sistemas de protección al derecho de obtentor se pueden cuantificar en incremento de los ingresos de los agricultores; el aumento en la participación de actores y el financiamiento privado para ampliar los recursos destinados a la investigación; la adición de valor; la reducción en el uso de insumos como agua y agroquímicos, con el consecuente efecto ambiental positivo”, explicó la investigadora.

Por ello, José Luis Gastelum, presidente del Consejo Directivo de la AMSAC, hizo un llamado para dar visibilidad a los beneficios que el mejoramiento vegetal provoca en el agro mexicano.