Movilidad sostenible en el transporte público
- Escrito por Redacción
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En México vemos como el incremento a las tarifas del transporte público es una constante de debate y desacuerdos, ya que seguimos pagando cada vez más por estos servicios administrados por el gobierno y concesiones a privados, pero pocos son los resultados satisfactorios o notable la relación costo-servicio para la sociedad.
El Organismo de las Naciones Unidas (ONU) y sus metas en la Agenda 2030 a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecen en el inciso 11.2: “De aquí a 2030, proporcionar acceso a sistemas de transporte seguros, asequibles, accesibles y sostenibles para todos y mejorar la seguridad vial, en particular mediante la ampliación del transporte público, prestando especial atención a las necesidades de las personas en situación de vulnerabilidad, las mujeres, los niños, las personas con discapacidad y las personas de la tercera edad”.
Con estos datos, visualicemos la situación del transporte público:
- Según datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del 2021, el 70.2% de la población se siente insegura y 7 de cada 10 asaltos ambas en el transporte público.
- No todos los municipios de los estados de la república cuentan con este servicio, y algunos, aunque lo tienen deben esperar muchas horas o recorrer largos caminos para poder hacer uso de este.
- La tarifa de este en varios estados de la república va de los $10.00 hasta los $15.00 aproximadamente. Siendo que, según cifras del INEGI, la mayor parte de mexicanos recibe $7,380 mensuales, equivalente a menos de dos salarios mínimos diarios y se requiere pagar dos pasajes diarios como mínimo.
- La inclusión es evidente que solo ha quedado en el discurso, pues un ejemplo son las rampas para personas discapacitadas que no funcionan ni se les da mantenimiento. Además, el acceso a personas de la tercera edad es sumamente complicado. Que decir de la poca seguridad para las mujeres.
En conclusión, no existe aún un plan eficaz que pueda presumir de resultados positivos y medibles para alcanzar las metas de esta agenda, al menos no en nuestro país, pues recordemos solo tenemos hasta 2030 para cumplir los objetivos.
Suenan muy bien los discursos en eventos de inauguración y a los aplausos les salen muchos dueños, pero cuando de dar cuentas a la sociedad se trata, todo en automático se queda sin propietario.
El autor (a) es abogada con diplomado en legislación ambiental.
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