El Derecho y la política en el medio ambiente
- Escrito por Nallely Arellano López
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La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos consagra en su artículo cuarto el derecho que tenemos todos los mexicanos a un medio ambiente sano. De lo anterior surge la importancia de entender que la política y las leyes no pueden ir por aparte cuando se trata de proteger al planeta.
Por el contrario, hay que llegar a ese punto medular en el que se enlazan para generar acciones concretas y contundentes para mitigar los efectos del cambio climático y garantizar que este derecho se cumpla.
También puedes leer. El Tren Maya y su impacto ambiental. https://revistafactorrh.com/opinion/item/7075-el-tren-maya-y-su-impacto-ambiental
Para comprender aún más la relación que existe de los anteriores con este tema, cito a Gutiérrez Nájera quien define al derecho ambiental como "el conjunto sistemático y ordenado de leyes que regulan la protección, conservación, preservación y utilización de los recursos naturales, así como el equilibrio ecológico del hábitat”.
Mientras que la política ambiental es definida como “un conjunto de medidas y decisiones para llegar a objetivos a corto y largo plazo, para la preservación, protección y mejora del medio ambiente”.
Habiendo entendido lo anterior, podemos darnos cuenta de la tarea tan importante que tienen no solo los políticos en este rubro, si no también quienes buscamos la justicia a través de las leyes: los abogados.
Los primeros pueden, desde el poder Legislativo o Ejecutivo, según sea el caso, legislar para que se logren los objetivos planteados y ejecutar dichas leyes, es decir, que realmente se traduzcan en acciones y no queden solo en papel. Los segundos, por su parte, a través del Poder Judicial, exigir que se respeten las leyes y con ello los derechos de quienes son violentados en esta materia, buscando garantizar que el daño sea reparado y en última instancia la sanción, pues uno de los principios de esta rama del derecho es justamente enfocarse en remediar más que en castigar.
Así pues, el medio ambiente como lo hemos visto, es todo; estamos correlacionados y cada acción cuenta para perjuicio o mejora, elijamos la correcta.
El autor (a) es abogada con diplomado en legislación ambiental.
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