El precio de ser padres
- Escrito por HÉCTOR RENDÓN
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Un problema de salud mundial que está a afectando a las familias y que ha sido desatendido es infertilidad. Un documento del IMSS, que dirige Zoé Robledo, señala que afecta aproximadamente al 10% de las parejas. En México, 10 de cada 100 padecen esta condición; 60% de los casos son debido a factores femeninos, 30% a masculinos y 10% a desórdenes de ambos cónyuges. Esto genera costos económicos que alcanzan más de 100 mil pesos por caso.
Hay que mencionar que son varias las causas de la infertilidad femenina tales como los desórdenes de la ovulación, daño de las trompas de falopio, endometriosis y factores uterinos o cervicales. En el país, de acuerdo con la Clínica de Fertilidad y Cirugía Reproductiva (ART), que encabeza el Dr. Héctor Godoy Morales, el factor endocrino–ovárico es la causa más frecuente (35%), entre los cuales el síndrome de ovario poliquístico es la alteración más común (43%). El problema tuboperitoneal constituye el 28% de las causas, seguido del factor masculino (26%).
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En conclusión, la carga económica de la infertilidad femenina por anovulación en la población es alta tanto para el hospital que provee el servicio como para las pacientes que lo reciben. Además, los altos costos no médicos directos e indirectos podrían comprometer el tratamiento en algunas pacientes.
Los especialistas urgieron a tomar decisiones de políticas públicas, para asignar los recursos necesarios a cada enfermedad y para satisfacer la creciente demanda de los tratamientos de infertilidad. Es por salud.
En México, un país de ingresos medianos, las instituciones de salud pública como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ofrecen servicios y tratamientos gratuitos a sus afiliados. Como cualquier otra Institución de Salud, el IMSS necesita información económica para optimizar y diseñar políticas de salud para cubrir las crecientes demandas sanitarias.
En años recientes, la atención pública se ha enfocado en cuestiones relacionadas con la tecnología de la reproducción asistida para el tratamiento de la infertilidad, incrementando las opciones de tratamiento disponibles para las parejas infértiles. Aunque estos avances proporcionan diagnósticos definitivos e incrementan las probabilidades de concebir, también requieren de procedimientos invasivos, de cirugías, de equipos y de medicamentos costosos.
Adicionalmente, se requiere de personal altamente especializado, monitoreo frecuente y una interacción estrecha con los profesionales de la salud. Además, los pacientes se enfrentan a procedimientos rigurosos, invierten mucho tiempo en su tratamiento y tienen que tomar decisiones complejas acerca de su tratamiento y su terminación.
A la fecha, pocos estudios han evaluado los costos directos e indirectos del tratamiento de la infertilidad. Dicha información es necesaria para proporcionar un contexto de los costos totales de la infertilidad, para ayudar al desarrollo de políticas públicas de salud, reforzar la toma de decisiones clínicas, y para ayudar a la formulación de políticas relacionadas con la investigación y el desarrollo de la infertilidad. De hecho, en México no se han realizado estudios relacionados con las consecuencias económicas y sociales de la infertilidad femenina.
Así, pues, estamos ante un problema que requiere más que discursos políticos, pues se estima que 30% de las parejas que enfrentan este padecimiento terminan en separación. Un dato que se suma a los más de 200 mil divorcios cada año. Así los números.
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