Microbiota, evita los kilos demás
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Estudios observacionales llevados a cabo durante las dos últimas décadas sugieren que la microbiota intestinal puede contribuir a la salud metabólica de sus huéspedes humanos, mientras que, cuando esta se encuentra desbalanceada, puede favorecer el desarrollo de desórdenes metabólicos, incluyendo la obesidad.
La microbiota metabólicamente sana se puede conseguir con un alto consumo de fibra y cantidades adecuadas, no excesivas de grasas, así como con proteínas saludables, dijo la Dra. Cristina Zemba, especialista en Dermatología Integrativa, Micronutrición, Microinmunoterapia y Nutrición Antiaging y Ortomolecular de los Laboratorios Ysonut.
La fibra es indigerible para el organismo pero fermentable, y es aprovechada por la microbiota del intestino grueso para producir ácidos grasos de cadena corta (acetato, propionato y butirato). El butirato suministra energía a las células del colon y contribuye a la utilización de la energía, mayor saciedad y por tanto, menor ingesta alimentaria y mejora el metabolismo de la glucosa y la secreción de insulina.
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La microbiota disbiótica se produce por un alto consumo de grasas, azúcares y proteínas, vida sedentaria e ingesta de alcohol y tabaco. Hay una disminución notable en la producción de ácidos grasos y butirato, así como un aumento de inflamación y alteraciones metabólicas.
La Dra Zemba comparte algunas recomendaciones para mejorar la flora intestinal:
- Es imprescindible corregir los malos hábitos alimentarios y promover el ejercicio físico, evitando el sedentarismo.
- Para una acción más rápida, mientras van mejorando las condiciones alimentarias, se pueden utilizar prebióticos, probióticos y simbióticos (mezcla de probióticos + prebióticos).
- Los probióticos ayudan a restablecer la función barrera protectora intestinal, evitan la proliferación de bacterias patógenas (actividad antimicrobiana) y ayudan a modular las señales de inflamación.
- Los prebióticos, como por ejemplo la inulina, son el alimento de las bacterias beneficiosas.
- Ayudan a la absorción de minerales como el calcio, hierro y magnesio, evitan el crecimiento de bacterias no beneficiosas, regula la inflamación y producen aumento de IgA intestinal, la inmunoglobulina de defensa de las mucosas.