¿Qué vamos a comer hoy?
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Frente a la conmemoración del Día mundial contra la obesidad el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública presentó el Documento de trabajo núm. 230, titulado ¿Qué vamos a comer hoy?, el cual aborda que según la Encuesta Nacional en Salud y Nutrición 2012, realizada por el Instituto Nacional de Salud Pública, señala que 14% de niños preescolares tiene desnutrición crónica, lo que para ése año era de 1.5 millones.
Hay un rezago grave en la desnutrición materna infantil, principalmente en el medio rural, en contraparte hay una epidemia de obesidad y sobrepeso, lo que se asocia a enfermedades como la diabetes y cardiopatías en general, afectando principalmente a la población de ingresos restringidos que afecta al 70% de la población adulta del país.
Asimismo, el documento indica que de acuerdo a la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), dada a conocer en julio de 2015 la carne, cereales, leche y sus derivados, y legumbres representó el 64% del gasto en alimentación, distribuidos en 33% carne, 28% cereales, 16% verdura, legumbres y semillas, 14% bebidas alcohólicas y no alcohólicas, 6% huevo y frutas y 3% pescados y mariscos. Se acentúa el hecho de que se destinan más recursos a la compra de bebidas, que a huevo, frutas, pescados y mariscos.
La investigación muestra que el patrón de consumo de bebidas por mes en México es de 44% de refrescos, 36% leche y sólo 20% de agua. En cuanto a las tendencias en los patrones de consumo de alimentos, la dieta actual de los mexicanos se compone de productos industrializados mayoritariamente, y un bajo consumo de frutas y verduras. En los medios urbanos, se identifica el consumo de alimentos con altos niveles calóricos, y un bajo consumo de leguminosas (especialmente frijoles). La población en general presenta un alto consumo de refrescos y bebidas azucaradas, por lo que México ocupa los primeros lugares de consumo de éstos últimos productos a nivel mundial.
El INEGI informó que en el periodo de 2003 a 2013, el consumo de alimentos considerados naturales fue de 12.9% y el 87.1 % corresponde a comestibles procesados. De tal manera, que prevalece un problema de mal nutrición en México, pues se carece de una orientación alimentaria, y no se destinan recursos a la producción de frutas, verduras, cereales y legumbres acorde a cada región del país. Pero además, se ha identificado que no se combate realmente el consumo de alimentos chatarra que son promocionados en los medios masivos de difusión.
De acuerdo con los criterios de evaluación de hambre y desnutrición crónica que realiza la FAO, en el periodo de 1999 a 2001, México tenía una incidencia “moderadamente alta”, no obstante, la desnutrición es un problema de salud pública en niños menores de cinco años, con una incidencia en este rango de la población del 13.6%, subiendo al 19. 2% en la región sur del país.
A nivel mundial ocupamos el primer lugar de obesidad y sobre peso infantil y el segundo en la población adulta, considerándose un problema serio de salud nacional. Entre las principales causas se señala “la ingesta de alimentos hipercalóricos que son ricos en grasa, sal y azúcares pero pobres en vitaminas, minerales y otros micronutrientes, y un descenso en la actividad física como resultado de la naturaleza más sedentaria de muchas formas de trabajo, de los nuevos modos de desplazamiento y de una creciente urbanización”.
Datos de la investigación del documento “Día mundial contra la obesidad 2016” señalan que al cierre de 2014, mil novecientos millones de adultos de 18 años o más en el planeta tenían sobrepeso, de los cuales 600 millones eran obesos; lo que representa que 39% de las personas adultas tengan sobrepeso y que 13% sean obesas. Además, 41 millones de niños menores de cinco años tenían sobre peso o eran obesos.
La Organización Mundial para la Salud, da a conocer que la obesidad dejó de ser un problema característico de los países de altos ingresos. En África este problema de salud crece a ritmos más acelerados, pues la obesidad se duplicó en el periodo de 1990 a 2014.
Un reportaje de la revista Forbes de noviembre de 2016 asegura que 70% de los mexicanos padece sobrepeso y casi una tercera parte sufre obesidad. Además, agrega que las enfermedades cardiovasculares y la diabetes se han incrementado. El problema se relaciona con los hábitos alimenticios, la desigualdad social y la crisis económica global que afecta de manera desproporcional a las personas de escasos recursos.
La tendencia en la mediación de la prevalencia de peso excesivo en los adolescentes se ha incrementado casi tres veces, tras casi un cuarto de siglo de seguimiento a partir de las encuestas de nutrición. La de la “Encuesta nacional de salud y nutrición 2012” mostró que más de una tercera parte de los adolescentes del país presentan exceso de peso.
A nivel mundial la población mexicana es de las que mayormente ha experimentado sobrepeso y obesidad, así lo demuestra el hecho de que 7 de cada 10 adultos presenten sobrepeso y que de estos la mitad presenten obesidad lo que constituye un serio problema de salud pública.
Por otro lado, el CESOP da a conocer los resultados de la encuesta “Sistema de salud en México”, en donde más del 60% de la población está consciente de que existe un problema de obesidad que afecta a niñas, niños y adultos en general. En esta encuesta 97% señalan que la obesidad es un problema serio de salud nacional, 51% dice que el problema de obesidad es responsabilidad de la población, y 26% considera que es una responsabilidad compartida entre la población, el gobierno y las empresas productoras y distribuidoras.
Respecto a la frecuencia de consumo de refrescos y bebidas azucaradas, 33% de los entrevistados señala que sólo los consumen los fines de semana, 31% dice no consumirlas, 14% las consume diario, 12% cada tercer día, y 9% únicamente entre semana. Con relación al consumo de alimentos chatarra, 56% de la ciudadanía asegura no consumirlos, 27% solo los fines de semana, 6% cada tercer día, 7% exclusivamente entre semana y 2% diario.
Al preguntarles sobre la prioridad de atención a los problemas de salud que debieran atenderse después de la diabetes, las respuestas con mayor frecuencia de menciones fueron: 34% afirma que debería darse prioridad al cáncer como problema de salud, seguido por la hipertensión con 21% de menciones. El sobrepeso y la obesidad alcanzan 11% de respuestas.
Por último, 59% de la población encuestada manifiesta tener un buen estado de salud, 30% lo califica como regular y 9% considera que su estado de salud es mala.