La leche materna como "primera vacuna"
- Escrito por Redacción
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Cuando un bebé nace queda expuesto a todos los agentes externos que antes no le afectaban al estar dentro de su madre. Para ello, los recien nacidos necesitan tener un sistema inmune fuerte. El alimento que más complementa y proporciona anticuerpos para protegerles es la leche materna, gracias al alto contenido de inmunoglobulina A que posee.
Durante la vida en el útero, el feto está protegido por la madre de las agresiones externas; sin embargo, al nacer, queda expuesto a un gran número de agentes extraños, por lo que necesita protección, así como una preparación para llevar a cabo las defensas necesarias para su protección inmunológica.
Por ello es muy importante que nuestro bebé tenga un sistema inmune fuerte. Este se compone de un conjunto de mecanismos que intervienen en la defensa del cuerpo ante diversos organismos infecciosos. Dichos mecanismos son la inmunidad natural innata y la inmunidad adquirida.
El sistema inmune se compone de una serie de células, tejidos y órganos que defienden al cuerpo, entre éstos se encuentran los glóbulos blancos o leucocitos que se producen en la médula ósea. Al nacer, el pequeño ya tiene su sistema inmune completo, pero éste es inmaduro y por eso es importante desarrollarlo durante los primeros 3 años de vida. Entonces ¿cómo puedes favorecer su desarrollo? Aquí te compartimos información al respecto.
La leche materna
La leche materna contiene factores inmunológicos, conocidos también como anticuerpos, que protegen al pequeño durante los primeros años de vida. Esta puede ser considerada como "la primer vacuna" que recibe el pequeño después del nacimiento y que es capaz de protegerlo de un gran número de infecciones que ocurren con frecuencia y que amenazan a éste desde la vida temprana.
¿Qué contiene la leche materna para proteger a un bebé? La inmunoglobulina A (lgA), es fundamental para la inmunidad de mucosas, es la defensa inicial contra virus y bacterias antes de que penetren al plasma, éstas identifican a los agentes patógenos e impiden que se instalen en las mucosas como la saliva, las lágrimas, el calostro, las secreciones respiratorias, las secreciones gastrointestinales.
La mayor concentración de inmunoglobulinas A se encuentra en el calostro de la leche materna, que es la leche que se produce durante los primeros 5 días después del parto, tratándose de un líquido amarillento y espeso. La concentración de la IgA del calostro disminuye con el paso de los días pero permanece constante y es la inmunoglobulina A que continúa predominando en la leche materna.
Alimentación correcta
Está documentado que la nutrición es el factor que más influye en la salud a largo plazo del bebé, ayudando principalmente al desarrollo del sistema inmune, metabólico y cerebral. Las necesidades nutrimentales del bebé cambian a medida que crece, por lo que va a necesitar llevar a cabo un esquema de alimentación correcto para cubrir los requerimientos de nutrimentos que corresponden a cada una de las etapas de su desarrollo.
De los cero hasta los seis meses, se recomienda que el bebé sea alimentado exclusivamente con leche materna. A partir de los 6 meses, adicional a continuar la alimentación con la leche materna, inicia la introducción de alimentos sólidos. A este proceso se le conoce como
alimentación complementaria el cual inicia cuando la leche materna no es suficiente para cubrir los requerimientos nutricionales del bebé, por lo tanto son necesarios otros alimentos y líquidos además de laleche materna. A partir del año de edad se incorpora al pequeño a la dieta familiar. Es de suma importancia considerar que el niño no es un adulto pequeño, su estómago es 5 veces más pequeño y necesita 7 veces más nutrimentos que un adulto (por kg de peso), por lo que en menos cantidad de alimento deberás asegurar que consuma los nutrimentos más importantes. Algunos de ellos son: hierro, proteínas, vitaminas A, C y D, calcio, zinc, yodo.