Alerta por obesidad infantil

El médico pediatra del Hospital General de Tijuana (HGT) señaló que además estos son adoptados por las familias de migrantes que se asientan aquí.

El experto lamentó que los malos hábitos ricos en grasas o altos en carbohidratos sean las más de las veces imitados, aunado a los altos índices de sedentarismo.

Dijo que actualmente en la entidad un total de mil 876 infantes menores de cinco años con este padecimiento están en control, y 822 niños de cinco a nueve años vive similar situación.

Ante ello, anotó que el Sistema Educativo Estatal ha llevado a cabo algunas modificaciones en escuelas de la entidad en materia alimentaria y el control en la venta de comida chatarra, además de que han puesto más énfasis en la activación física de los educandos.

Enfatizó que “es lo que el sector Salud de Baja California ha recomendado siempre, que dentro de los primeros niveles de atención y prevención de enfermedades varias, está la promoción a los buenos hábitos e implementar más la actividad física en los niños”.

Mencionó que en algunas escuelas la incidencia en el sobrepeso ha alcanzado hasta un 80 por ciento, y apuntó que “no debemos confundir sobrepeso con obesidad; el primero representa una masa corporal encima del 25 y la obesidad infiere ya alguna enfermedad patológica”.

La situación cultural, la demografía y sobrepoblación causada también por la migración, así como la falta de espacios para la práctica de algún deporte, aunado a la falta de promoción, han sido factores determinantes en el riesgo de la obesidad infantil, acotó.

“Se observa mucho en personas inmigrantes que adoptan los hábitos de mala alimentación, las costumbres que se tienen en la frontera y que se encuentran encaminadas al sedentarismo y a la falta de actividad”, expuso.

Díaz Rocha explicó que en la actualidad, la obesidad se encuentra catalogada como una enfermedad crónico degenerativa tanto en niños como en adultos, pues ésta propicia varias enfermedades entre las cuales se encuentran la diabetes e hipertensión.

Consideró que es necesario continuar con los programas de prevención y como los ya mencionados para atacar este problema, “concientizar a la población de que se trata de una enfermedad que puede disminuir en quien la padezca, su calidad de vida”.