Otorgan Premio Nacional de Psiquiatría

La relevancia de esta línea de investigación es importante porque genera información que permite explorar las posibilidades para implementar o mejorar la atención a la salud mental acorde con las características del sistema sanitario del país, los recursos disponibles y las necesidades de la población. El premio lo entrega la Fundación Manuel Camelo.

“Es un gran honor recibir este premio. Me siento muy halagada con esta distinción que en años anteriores han recibido el Dr. Juan Ramón de la Fuente, la Dra. Ma. Elena Medina-Mora y otros ilustres investigadores. La Fundación Manuel Camelo hace una gran labor para incentivar la investigación en el área de Psiquiatría y salud mental”, dijo la especialista.

Los resultados de sus investigaciones muestran, entre otras cosas, las diferencias que existen entre las necesidades sentidas por la población y el tipo de asistencia que ofrecen los servicios de salud.

“Es frecuente que las personas tengan una conceptualización de la enfermedad mental a partir de problemas de la vida cotidiana, por ejemplo, laborales, económicos, con la pareja o con la familia. Es decir, privilegian aquellas experiencias que difícilmente se pueden medir y que no podrían considerarse ni síntomas ni signos.

"Es cierto que pueden sentirse tristes como consecuencia de estos problemas, pero la tristeza se percibe como la consecuencia y no el problema que deben resolver”.

Por su parte, los servicios ofrecen una atención basada en diagnósticos psiquiátricos. Esta falta de coincidencia en la manera de entender la enfermedad dificulta no sola la asistencia a los servicios, sino la permanencia y la calidad de los tratamientos.

Es necesario vincular las necesidades sentidas por la población y la oferta de servicios. La Dra. Berenzon, al analizar la situación actual de la atención de la salud mental en nuestro país, ha enfatizado los avances, pero también los grandes retos que aún se deben enfrentar.

Es necesario otorgar a los programas de salud mental un papel prioritario no solamente en la elaboración de leyes sino en los presupuestos asignados, así como en la práctica cotidiana en los diversos niveles de atención.

La atención de la salud mental integrada en los servicios generales de salud ayudaría a reducir el estigma; permitiría aumentar el acceso a pesar de la escasez de profesionales especializados en esta área y facilitaría el cuidado de situaciones comórbidas frecuentes como la que existe entre la depresión y la diabetes.