Navidad y Año Nuevo, elevan los trastornos mentales
- Escrito por Redacción
- Publicado en Bienestar 24 horas
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Cuando se tiene una enfermedad mental, varias áreas relacionadas con estos temas se ven afectadas: autonomía, relaciones personales, desarrollo profesional, actividades recreativas, seguridad y educación, entre otras.
De acuerdo con estudios realizados por el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz (INPRFM), en 2010, al menos 4 millones 480 mil personas sufrieron depresión estacional en México.
Este trastorno no sólo afecta a pacientes psiquiátricos, sino puede presentarse en cualquier otra persona durante la temporada invernal, cuyos cambios de luz interfieren en la emisión de las sustancias reguladoras del estado de ánimo y el sueño.
Con motivo del cierre de 2017 y el inicio de 2018, Voz Pro Salud Mental Ciudad de México (VPSM CDMX), nos dice cómo lograr una buena calidad de vida cuando se vive con una enfermedad mental.
Durante este periodo de reuniones familiares y de amigos puede ser otro factor que cause en las personas este padecimiento, dado que hay quienes no cuentan con quién pasar las fiestas.
Otros recuerdan a seres queridos que ya partieron; para otros es momento de hacer un balance de lo obtenido durante el año; y unos más se ven forzados a convivir con personas a quienes preferirían evitar. Todas estas circunstancias interfieren significativamente en el estado de ánimo.
Para los pacientes con un trastorno psiquiátrico, estas fechas constituyen un reto, pues rompen con la rutina a la que normalmente están acostumbrados y los confrontan con el fin de un ciclo y el inicio de otro, donde normalmente se trazan los objetivos a seguir durante el siguiente año.
Estos cambios pueden llevarlos a experimentar un fuerte estrés, por lo que es recomendable visitar a sus médicos tratantes antes de los días festivos para revisar cualquier ajuste en la medicación o conductas a llevar; aprovechar el tiempo para hacer ejercicio y actividades de disfrute; tomar unos minutos de sol y aire fresco al día, y evitar el consumo de alcohol u otras sustancias.
Para iniciar el año, es importante que diseñen un plan de acción mediante el cual comiencen a involucrarse en áreas que los lleven a tener autonomía y una buena calidad de vida (y, si ya las tienen, para mantenerlas).
El estudio “Influencias repetidas de éxito y fracaso en la autoeficacia y las metas personales” (2004), encontró que las personas que logran cumplir un objetivo suelen plantearse nuevos y de mayor dificultad.
Calidad de vida
El Índice para una Vida Mejor, creado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), considera 11 temas como esenciales para el bienestar en términos de las condiciones materiales de vida (empleo, ingresos, vivienda) y la calidad de vida (comunidad, educación, equilibrio laboral-personal, medio ambiente, participación ciudadana, salud, satisfacción ante la vida y seguridad).
Para las personas con una discapacidad psicosocial, llevar un tratamiento oportuno es parte fundamental de lograr una buena calidad de vida.
Integrar medicamentos y psicoterapia, no solamente con el fin de reducir los síntomas, sino también de reestablecer funciones dañadas o perdidas, o de reducir el malestar, son imprescindibles para la recuperación.
De la mano de estas dos, quienes se atienden con profesionales que los consideran como personas autónomas, obtienen una mayor calidad de vida, pues el tratamiento fomenta sus elecciones individuales, planteamiento de metas y control personal.
El estudio “Experiencias de apoyo en el trabajo hacia objetivos de recuperación personal: un estudio colaborativo y cualitativo” (2016), concluyó que cuando los profesionales de la salud mental toman en cuenta las metas personales de los pacientes se da una mayor recuperación.