Neurona acústica, tan real como su nombre
- Escrito por Dr. Michael Link
- Publicado en Bienestar 24 horas
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Cuando un paciente es diagnosticado con neuroma acústico, un tumor benigno que afecta el nervio que conecta al oído con el cerebro, en algunos casos se recomienda una cirugía para extirparlo.
Pero en otros, lo más probable es que no se necesite tratamiento. El Doctor Michael Link, experto en Neurocirugía de Mayo Clinic, explica todo lo referente a esta afección y cómo tratarla.
El neurona acústico, cuyo nombre más exacto es schwannoma vestibular, es un tumor benigno que crece en los nervios del equilibrio y la audición. Esos nervios se unen para formar el nervio vestibulococlear que corre desde el oído interno hasta el cerebro.
La pérdida de la audición debida a un neuroma acústico generalmente es más pronunciada en un lado que en otro. Durante muchos años, los médicos pensaban que la extirpación quirúrgica era el mejor tratamiento; pero a mediados de la década de los años 80, la radiocirugía estereotáxica (como la radiocirugía con bisturí de rayos Gamma) demostró ser segura y eficaz.
Ahora, cada vez son más los médicos que concluyen que en ciertos casos, a la larga, ningún tratamiento puede ser tan bueno o hasta mejor que una intervención activa.
El neuroma acústico nace de las células (células de Schwann) que forman el aislamiento que rodea al nervio vestibulococlear. No se sabe con seguridad qué hace crecer en exceso a esas células y formar un tumor, pero posiblemente tenga alguna relación con defectos genéticos esporádicos.
Los neuromas acústicos son poco comunes y normalmente se diagnostican entre los 30 y los 60 años. En casos raros, el crecimiento celular excesivo puede deberse a un trastorno heredado llamado neurofibromatosis tipo 2.
La mayoría de los neuromas acústicos crece muy lentamente, aunque la tasa de crecimiento es diferente en cada persona y puede variar de un año a otro.
Algunos neuromas acústicos dejan de crecer y unos pocos hasta se encogen espontáneamente. A pesar de que el tumor no invada el cerebro, bien puede presionarlo a medida que crece.
Las señales y los síntomas normalmente incluyen la pérdida de la audición en un oído, zumbido en el oído (acúfenos o tinnitus) y falta de equilibrio al caminar.
En ocasiones, puede presentarse entumecimiento u hormigueo faciales, y en raras ocasiones, un tumor grande es capaz de presionar sobre el tallo cerebral y poner en peligro a las funciones vitales.
Además, el tumor puede impedir el flujo normal de líquido entre el cerebro y la médula espinal, lo cual permitiría la acumulación de líquido dentro de la cabeza, afección conocida como hidrocefalia.
El diagnóstico puede ser problemático debido a que los primeros signos y síntomas quizás se atribuyan a otras causas más conocidas, como la edad o la exposición al ruido.
Sin embargo, cuando se sospecha un neuroma acústico porque el examen de la audición revela disminución predominante sobre un oído solamente, el siguiente paso es realizar exámenes por imágenes (normalmente una resonancia magnética) para buscar un tumor en el nervio vestibulococlear.
Cada vez es más común descubrir neuromas acústicos de manera fortuita, según ocurre cuando una persona se somete a una resonancia magnética debido a otra razón como un dolor de cabeza crónico, esclerosis múltiple, o incluso en las imágenes obtenidas para vigilar otro tumor aparte.