Síndrome metabólico como una comorbilidad de psoriasis
- Escrito por Redacción
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Actualmente existe un gran interés de diversas especialidades por asociar uno o varios trastornos sobre una enfermedad (comorbilidad), que generalmente es multifactorial y con bases patogenéticas comunes, a menudo relacionados con un trasfondo inflamatorio.
El síndrome metabólico es un conjunto de desórdenes metabólicos y médicos que ponen en riesgo al paciente de desarrollar una enfermedad cardiaca. Los factores de riesgo más importantes, son la obesidad, la intolerancia a la glucosa (prediabetes) y el aumento de grasas o colesterol.
El mecanismo fisiopatológico que relaciona al síndrome metabólico con un padecimiento como la psoriasis, es la generación de citocinas proinflamatorias.
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria caracterizada por una elevación en las citocinas proinflamatorias y en los marcadores biológicos de ácidos grasos libres, todas éstas llevan a la resistencia a la insulina; esta misma resistencia provoca hipertensión, dislipidemia y alteraciones en la glucosa.
El 40% de los pacientes con psoriasis, tienen lesiones en cualquier parte del cuerpo, pero con mayor frecuencia, en el cuero cabelludo, los codos, la espalda baja, el ombligo y las rodillas. La lesión característica de psoriasis, es una placa eritemato-escamosa. La escama es blanca y adherida, de aspecto yesoso y cuando se desprende, puede presentar un leve sangrado.
La causa de esta patología se desconoce, se cree que la enfermedad es causada por la interacción de diversos genes con el sistema inmune y factores ambientales. Los estudios realizados han demostrado que la psoriasis tiene un impacto negativo en la calidad de vida de quien la padece, relacionándose con un riesgo elevado de trastornos psiquiátricos, ausentismo laboral y pérdida de productividad. Actualmente también existen diversos estudios, incluso un meta-análisis que menciona que la psoriasis es un factor de riesgo para el síndrome metabólico, y por tanto, un factor de riesgo cardiovascular.
En cuanto al tema de obesidad, aún no se sabe con certeza qué ocurre primero, si la obesidad o la psoriasis, sin embargo, los pacientes que padecen esta última, son más propensos a ser obesos.
Aunque la psoriasis no es curable, el paciente puede controlar suficientemente bien la enfermedad a través de una atención multidisciplinaria y llevar una vida estable. Es de gran importancia también que el paciente esté consciente de que esta patología conlleva a las enfermedades cardiovasculares, por lo que debe prestar atención a los hábitos alimenticios, regidos bajo una dieta sana, practicar en la medida de lo posible algún deporte que ayudará a no ganar peso extra, y llevar un control de la tensión arterial, glucosa y lípidos con su médico.
Para los profesionales de la salud, en donde la atención del paciente es multidisciplinaria, es importante la comparación entre los síndromes, en los cuales, diversas manifestaciones tienden a producirse de manera simultánea; mientras que las comorbilidades se manifiestan secundariamente en uno o varios órganos. El tiempo en el que se presentan es variable, pero la repercusión desde el punto de vista socio-sanitario es incluso mayor al de la enfermedad primaria.
*Autor: Aldo Ferreira Hermosillo es médico endocrinólogo, responsable de la Clínica de Diabetes en el Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI.