Lo mejor y más sabroso dentro de la CDMX

Aún con ese estandarte, donde el abanico de establecimientos satisface hasta el paladar más exigente, estos mismos buscan trascender no solo por un nombre, tradición o idea, hoy buscan ser reconocidos por lo que hay detrás de ellos, un proceso de altísima calidad que los coloca en otro nivel de servicio y calidad.

En México existen varios distintivos que son otorgados por la Secretaría de Turismo federal y que son avalados entre otros organismos como la Secretaría de Salud federal. Están el Programa Moderniza (M), un Sistema de Gestión que busca el Mejoramiento de la Calidad, que pretende incrementar sus índices de rentabilidad y competitividad.

El Programa de Calidad Tesoros de México, tiene como pilar, impulsar la excelencia de los hoteles y restaurantes, cuyos estándares de servicio, características arquitectónicas y gastronómicas, reflejan y promueven la riqueza cultural mexicana.

Y el Distintivo “H”, es el programa Manejo Higiénico de los alimentos, una estrategia diseñada para mejorar la calidad de servicios turísticos en materia de higiene de alimentos.

Este reconocimiento cuenta con el aval de la Secretaría de Salud y es otorgado a los prestadores de servicios de alimentos y bebidas que cumplen con los estándares definidos en el programa.

En su conjunto conforman una herramienta que ayuda al crecimiento, desarrollo y posicionamiento de un establecimiento que a su vez, se traduce en un elemento más de satisfacción para los clientes.

En la Ciudad de México existen tres casos particulares que demuestran que los empresarios, de distintos giros alimenticios, han tomado conciencia de la importancia de la certificación con miras a ofrecerles a sus clientes lo mejor en alimentos, atención y ambiente.

Restaurante Limosneros, justo en el corazón del Centro Histórico, ha trabajado a lo largo del año para poder adjudicarse una de estas distinciones de calidad. Ahí ofrecen toda una gama de recetas, aromas, texturas y sabores que son el fiel reflejo de lo que da la tierra y el mar en México.

Los ingredientes  y técnicas tradicionales se mezclan con aspectos contemporáneos, siempre respetando a cada uno de los alimentos que preparan.

Juan Pablo Ballesteros, gerente general de Limosneros, está orgulloso del concepto que tiene el establecimiento, donde las raíces de la gastronomía se mezclan sutilmente para presentar los ricos y clásicos sabores en un deleite visual que enamoran a sus comensales.

“Ofrecemos ingredientes de nuestra tierra, de los más variados y ricos del mundo, los fusionamos con algunas técnicas modernas para presentar un platillo que sea atractivo a los ojos y paladar. Tenemos productos de alta calidad, desde los que usamos en la cocina, como en nuestro servicios de bebidas, todos ellos mexicanos, porque esa es parte de nuestra filosofía, enaltecer lo que la tierra y los productores mexicanos dan”, dijo Ballesteros.

El lugar se encuentra en la calle de Allende, sus gruesas paredes con cuatro siglos de historia son conocidos como “Muros Limosneros”, ya que fueron edificados gracias a los donativos o limosnas del pueblo, y están conformados con tezontle, adoquín, cantera, ladrillo y piedra volcánica.

Además de la riqueza arquitectónica, la cocina de Limosneros impresiona desde la carta, puedes comenzar con unos Escamoles, preparados con epazote, ayocote y humo de canela, continuar con una Sopa de Quelites, con quintonil, verdolaga, chipilín y chochoyotes; Diezmillo, con diezmillo Orgánico, chileatole, chilaca y chilacayote, y para terminar, Chocolatiza: Helado de chocolate y cardamomo, financier y espuma de chocolate.

 Un clásico de los antojitos mexicano también entra al selecto grupo de establecimientos que buscan la excelencia. Taquería Chabelo, es un ejemplo de la voluntad de un empresario por enaltecer un producto que, aunque es sumamente popular, no se le da la importancia y el estatus alto como se lo merece.

Ubicada en Ferrocarril de Cintura 247, cerca del famoso barrio bravo de Tepito, es un lugar emblemático de la zona. Ofrecen carnitas, tacos, chamorros, chicharrón, quesadillas de sesos, en sí todo para pasar un buen fin de semana en familia.

Es un pintoresco lugar adornado con el tema de la Lucha Libre, el comensal podrá apreciar fotografías de las leyendas del pancracio, murales impresionantes con figuras de ayer y hoy, así como una impactante colección de máscaras originales, desde el Santo, BlueDemo hasta el Místico.

Taquería Chabelo cuenta con Distintivos M y H, inéditos en el rubro de este tipo de comercios, pero que fueron ganados a pulso, respetando cada uno de los procesos que requieren estas certificaciones. El “detrás” de la taquería es tan impresionante como su exterior, la cocina, donde los cazos en otros establecimientos estarían llenos de cochambre o grasa, en Chabelo no, pisos, utensilios, fogones y los mismos cazos podrían ser la envidia de cualquier de cualquier anaquel de productos nuevos.

Jesús Ornelas, director general de la taquería, dijo que para llegar a cumplir con todos los procesos debió evolucionar en su manera de ver los negocios. “Éramos el caballo negro del rubro, nadie creía que nosotros pudiéramos llegar y cumplir con una certificación, pero hoy lo demostramos y orgullosamente nos ostentamos como un negocio de carnitas que cuenta con certificación y eso nos permite ofrece a nuestros clientes las mejores carnitas de México”.

Los esquemas de limpieza, manejo de alimentos, preparación de productos también están sustentados en la capacitación de su personal. Tras bambalinas, los empleados gozan de instalaciones que cualquier restaurante de primer nivel tiene, además, cuentan con espacios  que semejan aulas donde reciben constante capacitación para la preparación de las carnitas, así como para la atención de los clientes.

Entrar y conocer Taquería Chabelo, es tomar conciencia, que llevarse a la boca un rico taco de carnitas, está sustentado en una “lucha” cuyas técnicas de combate son la excelencia en higiene, productos de calidad y atención de primera.