4 hoteles para una escapadita

Desde Baja California Sur hasta la capital de Yucatán, estos cuatro hoteles boutique ofrecen distintas actividades e itinerarios tanto para quienes buscan conectarse con la naturaleza y consigo mismos, como quienes desean la conocer la cultura de la región.

KYMAIA: Puerto Escondido, Oaxaca

A tan sólo 30 minutos de Puerto Escondido, Oaxaca, emerge Kymaia: un oasis donde el lujo se entrelaza con el entorno natural en un delicado equilibrio. Su nombre, de origen sánscrito y significado femenino, evoca "milagro" o "maravilla", reflejando la esencia única de este refugio. Concebido por el emprendedor Ezequiel Ayarza Sforza, este hotel rinde homenaje a la vida que florece entre el mar y la tierra, fusionando bienestar y sostenibilidad para ofrecer una experiencia que celebra la biodiversidad y la riqueza cultural de la región.

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EL PERDIDO: El Pescadero, Baja California Sur

Oculto entre el chaparral costero, El Perdido es un refugio diseñado para integrarse con la naturaleza. A pocos pasos del Pacífico y con la Sierra Nevada como telón de fondo, su arquitectura utiliza materiales locales para crear un equilibrio entre confort y entorno. Sus habitaciones––los jacales––combinan diseño tradicional y modernidad, ofreciendo frescura y vistas incomparables. Más que un hotel, El Perdido es un espacio para respirar, pensar y reencontrarse, un lugar donde perderse significa volver a lo esencial.

KAHAL: Mérida, Yucatán

Ubicado en una casona colonial restaurada en el emblemático Paseo Montejo, Kahal es un hotel boutique que celebra la riqueza cultural y sensorial de la Península de Yucatán. Con solo doce habitaciones y un diseño que equilibra historia y modernidad, ofrece a sus huéspedes un refugio sereno con experiencias gastronómicas, bienestar y culturales cuidadosamente curadas. Desde su azotea con vistas al Centro Histórico hasta su restaurante de inspiración local, Kahal es un destino donde la hospitalidad y el arte de vivir en Mérida se entrelazan.

Lo SERENO: Troncones, Guerrero

Ubicado en una playa semi virgen, a media hora del aeropuerto de Zihuatanejo, este hotel boutique cuenta con 10 habitaciones exclusivas que buscan hacer sentir a sus huéspedes como en casa. Entre las amenidades de Lo Sereno se incluye una piscina infinita con vista al mar, una amplia terraza flanqueada por palmeras y bar con atractiva mixología, que puede disfrutarse en la playa, el lobby o en el restaurante al aire libre.

Su gastronomía gourmet fusiona ingredientes frescos y locales para deleitar a los paladares más exigentes. Entre las actividades que pueden realizarse en este destino están caminatas por la playa, cabalgar, practicar deportes acuáticos, surfear o hacer yoga.