Es una enfermedad inflamatoria y crónica de la piel que afecta a dos de cada 10 niños y que se diagnostica en la mayoría de los pacientes en los primeros años de vida, alertó la doctora Helena Vidaurri especialista en dermatología pediátrica, quien detalló que los principales síntomas son la resequedad de la piel, inflamación y comezón.

Uno de los grandes cuestionamientos que nos hacemos de forma constante es ¿qué tipo de piel tengo?, esto se debe a que muchas veces confundimos ciertas reacciones que nos llevan a elegir cremas, sueros y jabones de forma incorrecta, aumentando las molestias.

El verano ya llegó y sí, hay que aceptar que lo mejor de esta temporada es el sol y toda la vitamina D que nos aporta. ¿Quién no ama la sensación del calor del sol en la piel a través de los largos días luminosos que nos ofrece esta temporada?

Si tratas desesperadamente de “perfeccionar” tu piel comprando productos caros o asistiendo al spa para recibir tratamientos faciales, descubre lo que puedes hacer para mantenerte bella por dentro y vibrante por fuera. A continuación, te comparto 4 tips.

Muchas personas aseguran tener piel sensible y aunque no lo creas, tiene que ver con los productos que utilizan en casa, ya que, al entrar en contacto con ellos, aparece ardor, escozor, picazón, enrojecimiento y tirantez.

Si tu piel se siente tensa, seca, muy arrugada o enrojecida, probablemente esté estresada. Esto puede ser ocasionado por diversos factores tanto internos como externos; por ejemplo, la exposición solar constante, la pérdida de agua transdérmica y la mala alimentación.

La Fundación Mexicana para la Dermatología (FMD) creó un espacio que permitirá apoyar a los pacientes con padecimientos dermatológicos que no han podido ser resueltos y quienes requieren en su mayoría de un acompañamiento más estrecho durante su proceso de diagnóstico y tratamiento.

Tanto adultos como niños son propensos a presentar algún daño en la dermis durante la época invernal, mismo que se caracteriza por sensación de tirantez, poca elasticidad, descamación e irritación que conduce al rascado y éste a su vez, a una agresión física.