Adultos mayores, el foco de la salud
- Escrito por Redacción
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Durante este año de pandemia, la población vulnerable se ha vuelto el foco principal a cuidar, menores de edad y adultos mayores. A nivel mundial, se busca que las personas que se encuentran dentro de estos dos rangos de edad sean los de mayor protección.
Se han buscado diversos factores y programas para que estos grupos vulnerables vivan esta pandemia de una manera más agradable y menos agresiva, sin embargo, para los adultos mayores se ha visto desde otra perspectiva.
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Tan solo en México en el 2020, según el censo llevado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en nuestro país residen 15.4 millones de personas de 60 años o más. Los cuales, en la mayoría, se ha descuidado un fácil muy importante en la vida de todo ser humano, la salud mental.
Según especialistas de Emotions Life Center, al no contar con ayuda profesional ante un tema de mala salud mental, se podría desencadenar en estados de ansiedad, depresiones y todo esto podría llevar a generar una adicción.
Entre las tres adicciones más comunes en los adultos mayores se encuentran, en primer lugar, las relacionadas con las sustancias legales como es el alcohol y el cigarro, siendo el alcoholismo y el tabaquismo uno de los mayores desencadenantes de problemas en esta edad, en seguida se encuentra la adicción a sustancias prescritas médicamente, como los medicamentos para el dolor de origen opioide, o medicamentos para dormir o relajantes como las benzodiacepinas.
En último lugar encontramos una igualdad relativa en frecuencias en la ludopatía y el uso de marihuana, esta última siendo introducida a este grupo etario por sus supuestos efectos medicinales.
Para apoyar a este grupo vulnerable es necesario tomar en cuenta lo siguiente:
- 1. Modificar la idea de vejez como una etapa de vida pasiva y sin potencial de
desarrollo humano, y adoptar la idea de la vejez como una etapa activa de
desarrollo. - 2. Crear y sostener redes de apoyo, entretenimiento, convivencia, aprendizaje y
desarrollo, para evitar contextos de soledad y aislamiento. - 3. Mantener actividades ocupacionales fuera de la rutina.
- 4. Tener un seguimiento médico especializado, para el manejo de los efectos
adversos de las posibles enfermedades crónicas que presenten. - 5. Realizar un seguimiento psicológico especializado, para el manejo adecuado de situaciones de riesgo en esta edad.