Tips de limpieza y salud
- Escrito por Redacción
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Puede parecer una contradicción, pero los productos de uso diario para nuestra limpieza muchas veces son los más sucios de toda la casa.
Así que, si eres de los que pasa meses con la misma fibra para lavar trastes, te secas durante semanas sin cambiar la toalla o usas el cepillo hasta que las cerdas se doblan, te conviene conocer las respuestas a las preguntas universales que siempre nos hacemos. ¿cada cuánto debo cambiarlos?
Toallas y sábanas, no más de 15 días
Quizá estos no sean los productos más emblemáticos de higiene y limpieza, pero los usamos a diario y pocas veces los cambiamos cuando debemos. Si la toalla se seca bien después de usada, puedes repetirle un máximo de dos semanas. Tus sábanas también debes cambiarlas y lavarlas entre una y dos semanas, pero todo dependerá de la cantidad de sudor y si te bañas antes de dormir.
Fibra esponja
Una investigación científica reciente determinó que la fibra esponja es la que acumula más bacterias dentro de la casa, lo que lo convierte en el “lugar” más sucio. Scotch-Brite hizo un estudio con esa información y recomienda cambiarla cada 30 días para que esas bacterias y hongos no contaminen tus trastes y tu cocina.
Cepillo de dientes
Este plazo debe ser el más conocido por todos. La recomendación de odontólogos por años es que después de tres meses, el efecto del cepillo no es igual, así que hay que cambiarlo. Influye la forma del cepillado, porque hay algunos que se deforman mucho antes.
Paños, medio año
Los paños para limpiar el baño y la cocina pueden albergar igual o más microorganismos que las fibras-esponjas. Sin embargo, puedes lavarlos y secarlos bien al igual que las toallas. Para que limpien mejor y duren más, asigna una tarea a cada uno y no los confundas, para evitar la contaminación cruzada. Lava los paños de limpieza por separado de tu ropa y toallas, una vez por semana.
Escoba y trapeador
No hay un tiempo específico, sino que se basará en tu observación. Las escobas pueden durar mucho, dependerá del uso y el tipo de suelo que barran. Fíjate si las cerdas están muy dobladas y ya no hacen su trabajo para cambiarla. Tanto la escoba como el trapeador pueden durar un año o más si los cuidas y limpias después de cada uso.