No tomes riesgos
- Escrito por Redacción
- Publicado en Pareja saludable
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El alcohol es una sustancia que incrementa la frecuencia cardiaca y puede aumentar la presión arterial. También ocasiona problemas como insuficiencia cardiaca y daño a la parte muscular del corazón, el miocardio.
Un ejemplo de ello es el “holiday heart syndrome”, el síndrome del corazón de vacaciones, que fue detectado en 1978 por el Dr. Philip Ettinger y que se genera por el exceso del consumo de este tipo de bebidas en personas sanas, provocando arritmias de manera temporal.
Según el Dr. Esaú González, cardiólogo y especialista de Doctoralia, esto ocurre porque el consumo excesivo y brusco de alcohol provoca alteraciones en la conducción eléctrica y la descarga de hormonas como la noradrenalina, la adrenalina y la dopamina en la sangre, además de alterar la respuesta del sistema nervioso.
El síndrome del corazón de vacaciones no es exclusivo de las fiestas de fin de año o carnavales, también hablamos de aquellas veces que nos sobrepasamos los fines de semana en bares o pubs, especialmente si no se tiene la costumbre de beber de alcohol.
Si bien es posible que tras la ingesta de alcohol nuestro sistema regrese a la normalidad en 48 horas, la mortalidad o riesgos de un infarto aumentan si se continúa con el consumo de manera prolongada.
Por ello, el Dr. González nos da sus recomendaciones para reducir el impacto del alcohol en nuestro sistema cardiovascular, y en nuestra salud.
Ejercicio. Realizar actividad física mantendrá al corazón en un mejor estado y condición para afrontar arritmias y mantener una adecuada oxigenación del sistema.
Dieta saludable. Aunque es una recomendación común en general, una dieta saludable permitirá al cuerpo metabolizar mejor el alcohol y recuperarse con mayor facilidad de la resaca.
Hidratación. Las bebidas alcohólicas deshidratan y a medida que haya mayor deshidratación el impacto de una resaca será mayor. Por eso se recomienda beber abundantemente agua antes y después del consumo de alcohol.