Inmobiliarias, ¿enemigas o aliadas del medio ambiente?
- Escrito por Nallely López Arellano
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En la actualidad algo que preocupa a la ciudadanía es como el sector inmobiliario ha dejado estragos para el medio ambiente, lo que ha ocasionado que veamos a quienes se dedican a la construcción como villanos para nuestro planeta, y no hay algo más erróneo que el pensar así, pues hemos aprendido hasta ahora que no es lo que se hace sino el cómo se hace cada actividad humana.
Para continuar con este tema conozcamos primero un aproximado de la contaminación que este sector genera:
- La industria de la construcción y la operación de edificios le aportan al ambiente cerca del 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
- La extracción de materias primas y los procesos industriales para la fabricación de materiales de construcción causan daños como contaminación del aire con gases y partículas, contaminación de agua y deforestación.
- La operación de edificios consume cerca del 70% de la energía eléctrica.
Sabiendo lo anterior, entonces, pensemos: ¿la construcción es en realidad una actividad que no debería realizarse? La respuesta no podría definirse en términos rotundos, pues, aunque no le hace bien al medio ambiente, es necesario para el crecimiento de las sociedades y su desarrollo. Más bien hay que replantearnos el cómo debe hacerse con conciencia aplicando el principio de sostenibilidad.
Generar una forma distinta de construir, para ello, podemos citar lo que España está realizando, quienes están adoptando la economía circular, donde se reutiliza todo aquello que aún es funcional de las viviendas a demoler o remodelar, del mismo modo se apuesta por la rehabilitación de los hogares deteriorados lo cual disminuirá de una manera significativa las emisiones de gases efecto invernadero (GEI).
Pensemos también en apostar por las energías renovables en cada una de las viviendas a construir como algo obligatorio, así como la captación de lluvia, muros hechos a base de materiales que templen el clima, baños y focos ahorradores de agua, etcétera.
Hay maneras de incentivar que esto suceda como la Certificación LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental, por sus siglas en inglés), que es un sistema de certificación con reconocimiento internacional para edificios sustentables creado por el Consejo de Edificación Sustentable de Estados Unidos (U.S. Green Building Council). Entre los beneficios que proporciona esta evaluación se encuentran:
- Espacios con mejores condiciones para la salud y productividad.
- Reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
- Acceso a incentivos fiscales.
- Disminución en los costos de operación y residuos.
- Incremento del valor de sus activos.
- Ahorro energético y de recursos.
De este modo tal vez se pueda transitar más rápido a por fin tener como aliadas del medio ambiente a las temidas inmobiliarias, pues la regulación y el equilibrio siempre tienen que ir a la par.
El autor (a) es abogada con diplomado en legislación ambiental.
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