Sustentabilidad o sostenibilidad, entender lo básico
- Escrito por Nallely Arellano López
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NALLELY ARELLANO LÓPEZ
Debemos comprender que como punto inicial de mejora en cualquier estrategia se deben armar una serie de conceptos que puedan sintetizar todo un problema en una sola palabra, para después entenderlos y así ponerlos en práctica. Es el caso de sustentabilidad y sostenibilidad.
Hablemos pues de la diferencia que hay entre estos. Lo sustentable hace relación a la armonía existente entre lo económico, social y ambiental con el sistema de valores, mientras que lo sostenible considera cada uno de dichos subsistemas por separado.
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Todo surge en 1968 por invitación del Club de Roma, donde se reunieron personalidades enfocadas en varios temas: ciencia, educación, economía, humanista, industria y funcionarios del interior y exterior. Se trataba de abordar las cuestiones que preocupan a todos los seres humanos: la pobreza en medio de la abundancia, la degradación del medio ambiente, el descrédito de las instituciones, la urbanización descontrolada, la incertidumbre en el empleo, entre otros aspectos.
Fue hasta 1990 en Washington D.C., que la conferencia anual sobre desarrollo económico del Banco Mundial tuvo verificativo, y un economista holandés llamado Peter Nijkamp presentó el trabajo titulado: “regional sustainable development and natural resources use”, donde se sintetizó el concepto de sustentabilidad, mediante una gráfica la relación entre el crecimiento económico, la equidad social y la sustentabilidad ambiental para dar lugar al desarrollo sustentable.
Como podemos darnos cuenta, es de suma importancia que se empiece a conocer y comprender el lenguaje correspondiente a la causa, para de ahí partir, realizando de forma adecuada cada estrategia que se implemente. Pues bien, lo hemos visto con otros movimientos como ni siquiera hemos sido capaces de comprender la diferencia de ciertas palabras, lo cual ha llevado a cometer errores no solo de forma si no de fondo.
Y aquí, como recordatorio, radica la importancia de educarnos constantemente en los temas que urgen, pero no por andar a las prisas se debe caer en la improvisación que luego nos sale peor y trae consecuencias más graves.
El autor (a) es abogada con diplomado en legislación ambiental.
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