Cómo evitar la otitis del nadador
- Escrito por Redacción
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La otitis del nadador, también conocida como otitis externa, es una infección del conducto auditivo externo que puede ocurrir debido a la exposición prolongada al agua, especialmente en actividades acuáticas como nadar.
Se produce cuando el agua queda atrapada en el canal auditivo externo, lo cual crea un ambiente húmedo y propicio para el crecimiento bacteriano o fúngico.
“Esto puede ocasionar inflamación, enrojecimiento, picazón y dolor en el oído. Además, es posible que experimentes una sensación de oído tapado, secreción del oído y dificultad para escuchar correctamente, comentó el Dr. Gonzalo Corvera, director del Instituto Mexicano de Otología y Neurotología S.C., organización médica especializada en el diagnóstico y tratamiento de la salud auditiva con más experiencia en el país.
¿Cómo prevenirla?
- Seca tus oídos adecuadamente. Después de nadar o bañarte, asegúrate de secar bien tus oídos. Usa una toalla suave y seca para eliminar cualquier rastro de humedad. También puedes inclinar la cabeza hacia un lado y moverla suavemente para permitir que el agua salga de los oídos.
- Evita la manipulación excesiva. No introduzcas hisopos de algodón, dedos u otros objetos en el canal auditivo. Esto puede dañar la piel y provocar la entrada de bacterias.
- Usa tapones para los oídos. Es una medida controversial, porque, aunque los tapones para los oídos ayudan a evitar que el agua entre en el canal auditivo, protegiendo así tus oídos de posibles infecciones, si los tapones no se colocan adecuadamente o se utilizan de manera prolongada sin permitir que el oído respire y se seque adecuadamente, pueden crear un ambiente propicio para el crecimiento de bacterias y hongos. En general, se recomienda el uso de tapones excepto en personas que tengan alguna enfermedad o antecedente específico de oído que los requiera.