Neutropenia, ¿la conocías?
- Escrito por Redacción
- Publicado en Bienestar 24 horas
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La neutropenia es una afección en la que el paciente tiene muy pocos neutrófilos, un tipo de glóbulo blanco que ayuda al cuerpo a combatir infecciones, especialmente las producidas por bacterias.
Las personas que tienen neutropenia corren más riesgo de contraer varias infecciones. En los bebés y los niños pequeños, esas infecciones suelen afectar los oídos, la boca, los pulmones, los senos paranasales, la garganta y las vías urinarias.
Para controlar adecuadamente la neutropenia, es importante conocer su causa, pues varias enfermedades y afecciones pueden derivar en este padecimiento.
“La primera opción debe ser acudir con un hematólogo pediátrico (proveedor de atención médica especializado en trastornos de la sangre en niños y niñas), que evalúe a fondo a su hijo o hija para descubrir la razón de la neutropenia y ayudarle a decidir cuál es el tratamiento más adecuado”, reveló la Dra. Carola Arndt, especialista en Hematología y Oncología Pediátricas de Mayo Clinic.
Los neutrófilos son producidos por la médula ósea, aquel tejido esponjoso que está dentro de los huesos largos. El nivel normal de neutrófilos en los niños varía según la edad. En los niños de un año, se considera neutropenia cuando el total de neutrófilos es menor a 1500. Un total de menos de 500, coloca al pequeño o pequeña en un riesgo bastante más elevado de contraer infecciones.
A fin de determinar la causa de la neutropenia en los niños, es importante primero determinar si es debida a mayor destrucción de los neutrófilos (por ejemplo, a consecuencia de un trastorno inmunitario) o proviene de una disminución en la producción de neutrófilos, la cual puede ser consecuencia de un problema congénito en la médula ósea, de una deficiencia nutricional o de otra afección que le impide a la médula ósea producir suficiente cantidad de neutrófilos.
También puede deberse a la administración de ciertos medicamentos, especialmente de antibióticos y otros fármacos que sirven para combatir infecciones.
En algunos casos, especialmente cuando la neutropenia se presenta en niños pequeños, el problema puede ser producto de una mutación genética. Ese tipo de trastorno se conoce como neutropenia crónica grave.
Existen varias categorías de neutropenia genética, entre ellas, la neutropenia congénita, también conocida como síndrome de Kostmann, la neutropenia cíclica y la neutropenia autoinmunitaria.
Para descubrir lo que causa la neutropenia en un niño, probablemente sea necesario hacerle varios exámenes, tal como más análisis de sangre y una evaluación de la médula ósea.
Si médico sospecha que existe un componente genético en el trastorno, entonces lo adecuado sería hacer exámenes genéticos. En ciertas ocasiones, no es posible descubrir una causa clara para la neutropenia, ni siquiera después de examinar exhaustivamente la situación. En tales casos, el trastorno se conoce como neutropenia idiopática.
Cuando la evaluación descubre un trastorno oculto que provoca la neutropenia, el tratamiento de ese problema puede ayudar a recuperar los neutrófilos y a disminuir el riesgo de infección. A veces, el tratamiento con un medicamento llamado factor estimulante de colonias de granulocitos (GCSF, por sus siglas en inglés), también puede ayudar al cuerpo a restablecer la provisión de neutrófilos.