Ansiedad, ¿culpa de las redes sociales?
- Escrito por Redacción
- Publicado en Bienestar 24 horas
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En la última década, las redes sociales se han convertido en herramientas elementales para la interacción social y la comunicación, pero el surgimiento de éstas también ha generado nuevos trastornos como el llamado FoMO (Fear of Missing Out, por sus siglas en inglés), una manifestación moderna del miedo a ser excluido.
De acuerdo con el Doctor Alejandro Nenclares Portocarrero, Médico psiquiatra y Gerente Médico del portafolio de Sistema Nervioso Central de Pfizer en México, explica que cada día es más común ver en los jóvenes una dependencia extrema al uso de las redes sociales con diversos fines, entre ellos tener la sensación de pertenencia, aprobación y aceptación de los demás; desde lo que desayunan, el cómo se ven, con quien viajan o a qué fiesta acudieron, entre otros muchos eventos cotidianos que se han convertido material constantemente publicado en búsqueda de popularidad y aceptación.
Una gran cantidad de jóvenes al no recibir aprobación o perder ese sentido de pertenencia vía redes sociales, desarrollan altos niveles de ansiedad y dependencia a estos medios, provocando paradójiicamente alejamiento de sus semejantes, rechazo y daño a la autoestima.
Explica que la ansiedad es uno de los trastornos mentales más comunes y de mayor aumento en el mundo. Se caracteriza por la presencia de intranquilidad, desesperación, temor y preocupaciones excesivas --o una combinación de ellos- con un impacto en la funcionalidad diaria, los cuales pueden presentarse en cualquier momento de la vida.
Sin embargo, “a medida que las redes sociales se vuelven cada vez más populares y se facilita el acceso a internet, los adolescentes y jóvenes no sólo proporcionan más detalles sobre sus vidas privadas, sino que también de manera crónica incrementan sus interacciones con amigos reales y ‘virtuales’ que influyen en sus experiencias y comportamientos, se exponen a humillaciones, burlas, daño a su reputación y autoestima, sin medir las consecuencias que esto puede traer en el plano familiar, social y emocional”.
Si bien existen factores ambientales, biológicos y psicológicos que pueden conllevar a estados de ansiedad, como problemas familiares, económicos, de pareja, escolares, acoso y abuso de sustancias como el alcohol, el Dr. Alejandro Nenclares sostiene que hoy es alarmante la relación que hay entre la ansiedad y la necesidad de aceptación y aprobación por algún grupo social, situación que está directamente relacionada con el uso desmedido de los dispositivos móviles, sea celulares, tabletas o computadoras que generan cada vez menor interacción de manera personal con la gente realmente importante.
Por ejemplo, refiere que las nuevas generaciones, como los millennials, muestran una conducta obsesiva por checar sus celulares inmediatamente antes del sueño, al despertar, en la comida o durante sus horas de clases.
“Para ellos, la necesidad de enviar mensajes de texto y consultar las redes sociales se ha convertido en algo tan natural como respirar. Incluso, está comprobado que existe una correlación entre el uso de teléfonos inteligentes con la ansiedad social y depresión”, añade.