Trastornos físicos y psicológicos de nuestra era

Según datos de la Asociación Mexicana de Internet, del 2007 a la actualidad, los internautas han pasado de navegar un promedio de dos horas a la semana a conectarse durante 6 horas con 11 minutos al día. Actualmente los dispositivos que se utilizan para conectarse a la red son muy variados, desde consolas de  videojuegos hasta relojes inteligentes, siendo todavía las computadoras y laptops las preferidas para navegar con un 68% de las conexiones, seguidas por los teléfonos inteligentes con el 58%. (fuente: unocero).

Mariel Cuervo, vocera de la iniciativa “Para Un Internet Seguro” y colaboradora de SAINT Tecnologías (empresa mexicana de tecnología con la misión de proveer seguridad y tranquilidad a las organizaciones, minimizando y controlando las crecientes amenazas en la red), afirma que “se debe prestar especial importancia al comportamiento y consumo digital de los más pequeños en casa, ya que, de no ser identificados los estragos y deficiencias que pueden traer las tecnologías a temprana edad pueden ser catastróficas a largo plazo.

A pesar de que conectarnos con el resto del mundo sea una gran ventaja, también la tecnología puede causar efectos negativos y trastornos en el comportamiento de los usuarios. La exposición prolongada a estos dispositivos tecnológicos puede causar efectos negativos en la salud del cibernauta, desde problemas físicos hasta trastornos psicológicos:

Deficiencias Físicas

Obesidad: Es una de las enfermedades que más afecta a la población mundial y que está directamente relacionada con las nuevas tecnologías gracias a la vida sedentaria que éstas promueve. Enviar un correo, realizar transacciones, hacer llamadas, buscar información, socializar e incluso trabajar se ha simplificado gracias Internet. Incluso la forma en la que nos divertimos se ha visto afectada, los niños y jóvenes prefieren pasar tiempo en sus dispositivos que jugando en el mundo real. Y como los niños y adolescentes están más tiempo en Internet y frente a diferentes pantallas, pasan menos tiempo haciendo actividad física, lo que puede aumentar el riesgo de que suban de peso o lleguen a sufrir de obesidad. El mismo fenómeno puede ocurrir con los adultos.

Síndrome Visual Informático (SVI): Por el ritmo de vida de muchas personas, hay quienes pasan más de cuatro horas seguidas frente a una pantalla de computadora para trabajar o estudiar, y es común que sientan irritación y cansancio visual, pues el ojo humano no está diseñado para estar expuesto durante tanto tiempo a una pantalla con iluminación artificial. El SVI es uno de los síndromes laborales más comunes de la actualidad. Los síntomas que estas personas presentan son fatiga visual, visión borrosa, visión doble, ojos rojos, sensibilidad a la luz, dolores de cabeza y ojos resecos, que también pueden producir comezón o picor en el área ocular.

Alteraciones en el sueño: Dispositivos portátiles y cómodos permiten conectarnos desde prácticamente cualquier lugar (smartphones, tablets y consolas portátiles), alimentando un mal hábito que muchos de nuestros niños y jóvenes tienen, que es recostarse y utilizar su smartphone o tablet antes de ir a dormir a oscuras. La exposición a la luz de las pantallas puede alterar el ciclo del sueño y ser perjudicial para la salud de la persona. Se recomienda no utilizar ningún tipo de pantalla (computadora, televisión, celular, etc.) al menos dos horas antes de ir a dormir, y así evitar problemas como el insomnio.

Síndrome del Túnel Carpiano (STC): Otra de las condiciones que sufren muchas personas que utilizan computadoras y teclados durante mucho tiempo es el STC, que empieza con hormigueo y entumecimiento de la mano, y puede llegar a producir dolores punzantes. Este síndrome es mayormente común en personas entre 30 y 60 años, pero son las mujeres quienes son más propensas a sufrir de él, presentándose en ellas cinco veces más que en los hombres. Para evitar este síndrome, puedes realizar ejercicios con las manos, para aliviar la presión que pueden tener, ya que es muy doloroso e incómodo para las personas que lo sufren.

Deficiencias psicológicas

Además de los daños físicos que ésta revolución tecnológica puede ocasionar en los jóvenes y adultos, también existen otras implicaciones más profundas y menos evidentes: Las de nivel psicológico. Estos problemas son más difíciles de diagnosticar y de tratar debido a que presentan síntomas más sutiles. Algunos de los trastornos psicológicos más comunes en el uso de la tecnología son: Pérdida de memoria, problemas de interacción interpersonal, paranoia, adicción a Internet, depresión, dependencia a aparatos tecnológicos, entre otros.

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