Reúnen datos de exomas para avances biomédicos
- Escrito por Redacción
- Publicado en Bienestar 24 horas
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ROCHESTER, Minnesota — El Centro para Medicina personalizada en Mayo Clinic alcanzó un hito significativo con su estudio Tapestry, al producir la más grande colección de datos de exomas de la organización, que incluye genes responsables de la codificación de proteínas, esenciales para comprender la salud y las enfermedades.
Liderado por el Dr. Konstantinos Lazaridis, el estudio analizó el ADN de más de 100 mil participantes de diferentes orígenes, aportando importantes ideas sobre ciertas predisposiciones genéticas, con el fin de proporcionar apoyo a la orientación médica personalizada y proactiva.
El estudio se centró en variantes genéticas patogénicas (que causan enfermedades) y variantes genéticas probablemente patogénicas asociadas con tres afecciones específicas: síndrome de cáncer hereditario de mama y ovario, síndrome de Lynch e hipercolesterolemia familiar.
Los resultados revelaron que el 1,9% de los participantes — cerca de 2 mil personas — portaban, al menos, una variante genética que podría aumentar el riesgo de desarrollar esas enfermedades. Vale la pena señalar que alrededor del 65% de las personas con una variante detectada no tenían historia personal o familiar conocidas de estas afecciones.
Para muchos participantes que han sido identificados con una variante genética, la información ha sido transformadora. Algunos participantes tomaron medidas proactivas, como realizar chequeos precoces o cirugías preventivas, lo que en algunos casos condujo a la detección temprana del cáncer o redujo el riesgo de enfermedades cardíacas.
"Las implicaciones del estudio Tapestry son monumentales", afirma el Dr. Lazaridis, director ejecutivo Carlson y Nelson Endowed del Centro para Medicina Personalizada. "A medida que este estudio continúa informando y transformando la práctica de la medicina personalizada, también establece un nuevo estándar sobre cómo se puede llevar a cabo la investigación médica a gran escala en un mundo cada vez más digital y descentralizado."
Un esfuerzo monumental y descentralizado
Casi tan significativo como el resultado del estudio es la forma en que se realizó. El estudio Tapestry fue el ensayo descentralizado más grande de Mayo Clinic, lo que significa que se llevó a cabo de forma remota por medio de comunicación digital, educación y consentimiento de los participantes y con materiales para la recolección de muestras entregados a las propias casas de los participantes.
Lanzado a principios de 2020 durante la pandemia de COVID-19, el proyecto superó desafíos sin precedentes, incluida la obtención del consentimiento de más de 100 mil de los 1,3 millones de personas invitadas a participar y la movilización de grandes recursos.
"Fue un esfuerzo gigantesco", recuerda el Dr. Lazaridis. "La participación de un número tan grande de participantes en un tiempo relativamente corto y durante una pandemia ha demostrado la confianza y la dedicación no solo de nuestro personal, sino también de nuestros pacientes."
"También aprendimos lecciones valiosas sobre la toma de decisiones de algunos pacientes de no participar en el Tapestry, tema que se centrará en futuras publicaciones", agrega.
Las muestras de saliva de los participantes de los tres campus de Mayo Clinic — en Minnesota, Arizona y Florida — se utilizaron para extraer ADN para la secuenciación del exoma. La secuenciación del exoma analiza aproximadamente 20 mil genes que proporcionan instrucciones para la producción de proteínas, las cuales desempeñan diversos roles fundamentales en el cuerpo. Aquí es donde ocurren las variantes genéticas patogénicas causantes de enfermedades más conocidas o las variantes genéticas probablemente patogénicas.
Esa exploración genética se centró en afecciones hereditarias como los genes BRCA1 y BRCA2. De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, las mujeres con estas variantes genéticas patogénicas tienen una probabilidad más alta de desarrollar cáncer de mama y de ovario, mientras que los hombres con mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2 enfrentan un riesgo más alto de cáncer de mama y un riesgo potencialmente elevado de cáncer de próstata.
El estudio también analizó la síndrome de Lynch, que aumenta el riesgo de cáncer colorrectal y de útero, y la hipercolesterolemia familiar, conocida por su impacto en las enfermedades cardíacas de inicio temprano, infartos y accidentes cerebrovasculares.
Además de centrarse en estas afecciones bien conocidas, los expertos de los centros están realizando análisis avanzados de los datos de Tapestry en colaboración con investigadores de toda la iniciativa. Este trabajo tiene como objetivo explorar variantes genéticas menos conocidas que pueden contribuir a una serie de otros problemas de salud y enfermedades.