Datos reportados por la Organización Mundial de la Salud mencionan que México está considerado como un país mal nutrido que ocupa el primer lugar en obesidad infantil y que, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2020, la prevalencia de sobrepeso recae con más fuerza en los menores de ocho años con el 24% y con obesidad en los que tienen nueve años, con 26 por ciento.

La Secretaría de Salud publicó el lineamiento técnico para la implementación y operación de salas de labor-parto-recuperación en las redes de servicios aplicable para todo el sector en el país, con el propósito de garantizar el derecho de todas las mujeres a la atención materna de calidad y con calidez.

Una de las preocupaciones que siempre tienen los papás es el crecimiento y desarrollo de sus niños. Se convierte en un tema central en casa y casi siempre tratan de buscar un deporte que los ayude a subir de talla. Pues bien, uno de los aspectos más importantes de la solución es en la alimentación.

Para hacer frente a la obesidad es necesario construir sistemas de salud fuertes, atender determinantes sociales y comerciales, adoptar posturas ante el uso irresponsable de publicidad de alimentos no saludables y consumo de bebidas azucaradas en niños y adolescentes, además de etiquetados comprensibles, dijo Simón Barquera Cervera.

Una investigación titulada “efectos de la disyunción palatina sobre el flujo nasal y sobre el rendimiento escolar en una población infantil”, arrojó como resultados que, tras un tratamiento por expansores maxilares, había una clara mejoría el los niños (pacientes tratados).

Para ayudar a que los menores enfrenten el estrés relacionado al encierro por la pandemia, los padres de familia pueden establecer un procedimiento de contingencia que atienda sus preocupaciones y posibles emergencias, y que niñas y niños sepan que mamá y papá tienen el tema bajo control, dijo Leonel Jaramillo Villanueva.

Los niños recién nacidos y hasta con dos años pueden enfermarse de 8 a 11 veces al año debido a las infecciones generadas por los gérmenes que se quedan atrapados por una mala higiene nasal.

En 1944 el pediatra austriaco Hans Asperger definió este síndrome en un grupo de niñas y niños con capacidad intelectual normal, pero con problemas en destrezas sociales, emocionales y de comunicación, además de conductas e intereses inusuales. En 1981, Lorna Wing, psiquiatra británica, le dio el nombre de síndrome de Asperger.