El cepillo de dientes es un lugar propicio para desarrollar bacterias y regularmente no tenemos la costumbre de lavarlos y mucho menos desinfectarlos. Sin embargo, al estar húmedos, en el cuarto de baño y sin enjuagarse, se convierten en una fiesta para los gérmenes.

Tener una higiene oral adecuada y hábitos constantes para el cuidado dental son aspectos importantes en todas las etapas de la vida, los cuales ayudan a prevenir el desarrollo de infecciones bucales como las caries (destrucción de tejidos duros: dientes y huesos), enfermedades periodontales (encías) y acumulación de placa bacteriana que produce sarro, aftas, irritaciones, entre otros.