Los países no deben esperar a que se desarrolle una vacuna contra la Covid-19 para comenzar a planificar y prepararse para su llegada, mientras tanto, también deben continuar con otras medidas de salud pública recomendadas para contener el virus.

Hay fórmulas sencillas para enfrentar la vida y gozar de salud. Una de ellas es prevención (comer alimentos saludables, hacer ejercicio y atención médica temprana). La peor fórmula es fumar, tener presión alta, colesterol y diabetes.

México invierte poco en su sistema de salud y “una crisis como la que estamos viviendo por la Covid-19 nos desnuda de manera tajante”, sostuvo Héctor Villarreal, el director general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).

La reapertura de las sociedades antes de que los sistemas de salud estén preparados “significaría arriesgarse a que un puñado de casos en una zona desate un brote de gran magnitud”, dijo Carissa F. Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Las infecciones nosocomiales están entre las primeras causas de mortalidad en el mundo, llevando a la muerte hasta al 50% de quienes las adquieren. Tan solo las provocadas por la bacteria Clostriduim difficile (contagio por heces contaminadas), causan la muerte hasta al 38% de quienes la contraen.

La Sepsis, enfermedad provocada por la respuesta desproporcionada de nuestro organismo frente a una infección, afecta entre 47 y 50 millones de personas cada año en el mundo. Cuando menos un tercio de esta cifra fallece y aquellos que logran sobrevivir se enfrentarán a complicaciones durante el resto de su vida.

La mayoría de los suicidios son precedidos de signos de advertencia verbal o conductual como hablar sobre: querer morirse, sentir una gran culpa o vergüenza, o sentirse una carga más para los demás.

En México, se registran de 1 a 5 casos por cada 10 mil habitantes con alguna enfermedad rara. En el mundo existen más de 8 mil enfermedades de este tipo que afectan a 400 millones de personas.