Con el propósito de seguir un plan de alimentación saludable y reducir la masa corporal que en el marco de la emergencia sanitaria se incrementó cuatro kilos en promedio, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) cuenta con la estrategia NutrIMSS “aprendiendo a comer bien”.

Ambas son enfermedades crónicas que representan un grave problema de salud pública a escala global. En el marco del Día Mundial de la Nutrición, que se celebra cada 28 de mayo, se hace un llamado para que las personas identifiquen los hábitos alimenticios que favorecen un buen cuidado de la salud.

La pandemia por coronavirus ha hecho evidente lo importante que es cuidar la salud y el peso, pues el tener obesidad se ha asociado a mayores complicaciones por Covid-19 y las estadísticas mundiales indican que se duplica el riesgo de requerir hospitalización en caso de contraer el virus.  

Ante el confinamiento con motivo de la emergencia sanitaria por Covid-19, que ha significado a un importante sector de la población mantenerse en casa, particularmente niños, jóvenes y adultos mayores, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) afronta el reto de ofrecer opciones para evitar el aumento de peso y opera alternativas digitales como CHKT en línea y la descarga de la Cartera de Alimentación y Actividad Física.

Al comienzo de la cuarentena, el aumento de peso era un chiste, pero ahora que los gobiernos de algunas entidades han comenzado la transición al semáforo naranja, las personas comienzan a darse cuenta de que el aumento de tallas durante el confinamiento es una realidad.

Comer en la noche y dormir menos de seis horas hacen ganar peso, aumenta los niveles de glucosa y triglicéridos en la sangre, así como la grasa acumulada en el hígado y reduce la regeneración molecular, señalaron expertos.

El sobrepeso es una condición del organismo, en la que se acumula una cantidad excesiva de grasa que es perjudicial para la salud. Cifras oficiales dictadas por la OMS dejan claro que el porcentaje de población con obesidad a nivel mundial se ha triplicado los últimos 40 años.

La obesidad infantil es un gran problema de salud mundial, que crece año con año y que, en gran medida, es responsabilidad de los malos hábitos aprendidos por los niños en sus hogares.