Obesidad, el camino al desastre mental
- Escrito por Carlos López Lozano
- Publicado en Opinión
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No es ningún secreto que México ostenta el nada presumible segundo lugar mundial en obesidad, solo después de Estados Unidos, con todo lo que eso significa en términos de salud. De 1988 a 2016, este padecimiento creció un 290.5% y, en la actualidad, ocupa el 25% del presupuesto en salud en enfermedades relacionadas a obesidad.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México es el país de América Latina que tiene la mayor tasa de sobrepeso y obesidad entre su población, lo cual provoca, a su vez, toda una serie de padecimientos. Al respecto, expertos en salud pública aseguran un incremento inevitable de la prevalencia del sobrepeso y la obesidad, sobre todo ahora en la época post pandemia.
Así es, la prevalencia de sobrepeso y obesidad en México es un problema sin precedentes con efectos catastróficos. De hecho, la OCDE estima que para 2030, 40% de los adultos mexicanos tendrá obesidad. Y en 2050, que ya está a la vuelta de la esquina, esta situación llegará a ser un problema serio para el 88 y 92% de hombres y mujeres.
Se estima que la reducción de un 1% en el índice de masa corporal (IMC), podría evitar el gasto de millones de pesos anuales en medicamentos para padecimientos relacionados con la obesidad, además de que un paciente con obesidad pierde en promedio 3.5 años de vida laboral y por cada 15 kilogramos de exceso de peso aumenta la probabilidad de muerte prematura en 30%; además, aquellos sujetos que padecen obesidad central tendrán un riesgo incrementado de padecer Alzheimer, en 300%, y demencia, en 500%, en edades avanzadas, con lo cual nuestro país, sin más, está condenado al olvido.
Como sabemos, la obesidad y el sobrepeso están ligados, de manera indisoluble, a un cúmulo de enfermedades asociadas, como es la hipertensión arterial y la diabetes mellitus, entre otras más. Con esta situación, el gasto en salud es inconmensurable, tanto a nivel personal, como para el sistema de salud, el cual está quebrado mucho antes de la pandemia. Por tanto, lo mejor es prevenir las enfermedades asociadas a la obesidad, pues además de las mencionadas antes no podemos obviar las mentales, tipo Alzheimer.
Al hablar del tema de prevención, se podría considerar la ingesta de omegas, en especial el Omega 5 Nanoemulsionado, cuyo nombre comercial es GranaGard, el cual ha demostrado a nivel científico tener efectos benéficos para proteger el cerebro y todas sus funciones. Aumenta la efectividad del tratamiento médico, el cual beneficia a los pacientes con obesidad, diabetes, Alzheimer y Párkinson, esclerosis múltiple, entre otras enfermedades.
En este contexto, un reciente estudio arrojó que la reducción en la incidencia de diabetes, hipertensión y obesidad (síndrome conocido como diabesidad) impactará en hombres y mujeres de edad avanzada al disminuir significativamente el riesgo de padecer Alzheimer.
Si la sociedad, en conjunto con los profesionales de la salud, no enfrenta la epidemia de la obesidad como lo que es, un serio problema de salud pública, el exceso de peso seguirá repercutiendo en enfermedades como diabetes, hipertensión y cáncer entre otras, las cuales irán en aumento, al igual que la incidencia de Alzheimer y demencia. Por tanto, es urgente atender el problema de frente, pues de otra manera, estaremos condenando a la población al olvido por los suyos.
El autor es director de enlace médico de la firma Biolife.