Cirugía bariátrica da segunda oportunidad a Jasmine

Esta versión de Jasmine practicaba tirolesa en las montañas, saltaba desde un barco de snorkel al océano y podía caminar kilómetros: actividades que habrían parecido imposibles dos años antes. 

La transformación de Jasmine comenzó en 2023 con una visita al  Programa de Cirugía Bariátrica  del Hospital Infantil de Los Ángeles, donde ella y su familia se reunieron con expertos para abordar la obesidad pediátrica severa que deformó su salud y su infancia. En enero de 2024, los cirujanos le realizaron una cirugía mínimamente invasiva llamada gastrectomía en manga, la especialidad del programa y la cirugía metabólica y de pérdida de peso más común en Estados Unidos.

Para el verano de 2025, Jasmine había perdido más de 77 kilos y se había liberado del miedo, el dolor crónico y las complicaciones que limitaban su vida. "Me siento como un bebé recién nacido", dice. "Tuve una segunda oportunidad en la vida para volver a intentar todo aquello que antes me causaba tanta ansiedad".

Obesidad infantil: una desconexión entre el cerebro y el cuerpo

“La historia de Jasmine es clásica”, dice la directora médica del programa,  la Dra. Alaina Vidmar , quien ha ayudado a brindar atención bariátrica compasiva a 115 pacientes pediátricos y adultos jóvenes desde que se lanzó el programa en 2023.

“Las familias suelen acudir a nuestro programa después de probar todas las dietas, ejercicios y deportes”, añade. “Pero décadas de investigación demuestran que la obesidad severa es una condición biológica influenciada por la genética, el metabolismo, las afecciones médicas y los factores ambientales, y no es culpa del joven ni de su familia”. Por eso, se ha demostrado que los cambios en el estilo de vida por sí solos tienen una tasa de fracaso del 95 % como tratamiento para la obesidad, explica la Dra. Vidmar.

La obesidad se produce cuando existe una desconexión  entre la forma en que el cuerpo descompone los alimentos para obtener energía y la forma en que el cerebro comunica el hambre y la saciedad. Esto puede provocar la acumulación de tejido adiposo o grasa.

El peso o el índice de masa corporal (IMC) de una persona no siempre es el principal indicador de salud en el que se centran los especialistas en medicina de la obesidad. Un exceso de tejido graso puede provocar la aparición temprana de diabetes tipo 2, hígado graso asociado a disfunción metabólica, hipertensión arterial, colesterol alto y apnea del sueño.

“Soy paciente de cirugía bariátrica y sé lo mucho que me ha cambiado la vida”, dice Helen, la madre de Jasmine. “¿Qué mejor lugar para que Jasmine se opere que un centro especializado en niños?”

Un candidato para la cirugía bariátrica

Tras una evaluación médica integral, el equipo del Programa de Cirugía Bariátrica determinó que Jasmine era una excelente candidata para una gastrectomía en manga. Elaboraron un plan personalizado que incluía médicos, cirujanos, nutricionistas y psicólogos que la apoyarían durante la fase previa a la cirugía y en los meses y años posteriores.

El director quirúrgico del programa,  el Dr. Kamran Samakar , explicó que extirparía el 75 % del estómago de Jasmine, la parte responsable de la sobreproducción de hormonas del hambre. Esto efectivamente "reinicia" las señales en el cerebro y el cuerpo que fallaban anteriormente.

“Normalmente, con los médicos, me abstengo de hacer preguntas, pero con el Dr. Vidmar y el Dr. Samakar, no me dio vergüenza ni timidez pedir aclaraciones”, dice Jasmine. “Me explicaron todo hasta el último detalle de una manera que me pareció comprensible”.

Mientras se preparaba para la cirugía, la ansiedad no faltó. “Personalmente, no me gustan nada las agujas”, dice Jasmine, “pero al final, me dije a mí misma que era por mi propia salud y seguridad”. 

Finalmente, Jasmine explica que la recuperación fue mucho más fácil de lo que esperaba. "Al día siguiente, me sentía perfectamente bien. Esperaba sentir mucho más dolor". 

El camino hacia la salud y la curación

Durante los primeros meses después de la cirugía, Jasmine tuvo que seguir un régimen de nutrición muy específico y personalizado para no dañar su estómago mucho más pequeño. 

Los dietistas de cirugía bariátrica orientan a los pacientes sobre las opciones que favorecerán la recuperación del estómago y nutrirán su cuerpo. Los pacientes comienzan consumiendo solo líquidos claros y poco a poco van aumentando su ingesta hasta llegar a una dieta normal, junto con vitaminas diarias. "Son los mejores nutricionistas que he tenido", dice Jasmine. "Todavía les consulto de vez en cuando cuando tengo preguntas".

Jasmine se sorprendió al ver cómo cambió su cerebro después de la cirugía. "Hasta las papilas gustativas cambian", dice. "Hay tantos alimentos que no comía antes de la cirugía, como los champiñones, y ahora no tengo suficiente". 

Uno de los mayores cambios para Jasmine ha sido la libertad física que siente. "Antes de la cirugía, sentía como si pisara cemento en llamas al caminar", explica Jasmine. "Incluso una caminata de cinco minutos me resultaba insoportable y me cansaba muchísimo. Ahora, puedo caminar kilómetros sin dolor ni cansancio".

“Antes tenía mucho más miedo de lo que pudiera pasar si intentaba algo nuevo”, añade. “No es que haya superado el miedo por completo, pero aun así puedo animarme a hacerlo”. 

Nuevos horizontes para Jasmine

Un año y medio después de su cirugía, Jasmine se graduó anticipadamente de la preparatoria y se prepara para solicitar ingreso a la universidad. Está considerando oportunidades en farmacia o derecho. Aunque ya no practica senderismo en el extranjero, disfruta de dar largos paseos por su vecindario, sin dolor en los pies ni en las articulaciones.

Para otros jóvenes que luchan contra la obesidad pediátrica severa y que aún dudan sobre la cirugía bariátrica, Jasmine los anima a dar el paso. "Dejen de lado el miedo y prioricen su salud", dice. "Al final, puede cambiar su mente, su cuerpo y su vida".