Red cerebral activa al nacer, clave en la vida

En un nuevo estudio, investigadores de Yale han descubierto que esta red ya está bastante activa al nacer o poco después, un hallazgo que proporciona información sobre los procesos cerebrales que subyacen a los comportamientos sociales más adelante en la vida.

El estudio fue publicado recientemente en Biological Psychiatry: Global Open Science .

Los investigadores sospecharon que esta vía, conocida como vía de percepción social, podría ser funcional muy temprano en el desarrollo.

“Los recién nacidos ya muestran preferencia por los rostros y las miradas”, afirma la Dra. Katarzyna Chawarska, profesora de Psiquiatría Infantil Emily Fraser Beede en la Facultad de Medicina de Yale (YSM) y coautora principal del estudio.

En primer lugar, los investigadores utilizaron datos del Proyecto de Desarrollo del Conectoma Humano, un estudio financiado por el Consejo Europeo de Investigación que recopila imágenes cerebrales, datos clínicos y de comportamiento e información genética de niños de hasta 10 meses de edad.

Utilizando los datos de imágenes por resonancia magnética del proyecto, los investigadores evaluaron la conectividad funcional en las áreas del cerebro que conforman la vía de percepción social, que incluye regiones dedicadas al procesamiento de la visión y un área llamada surco temporal superior que se especializa en el procesamiento de rostros, habla e información de la mirada.

"Descubrimos que la conectividad dentro de esta red ya era bastante sólida un par de semanas después del nacimiento", dice el autor principal Dustin Scheinost,, director asociado de tecnologías de imágenes biomédicas en el Instituto de Imágenes Biomédicas de Yale.

El hallazgo sugiere que algunas de las preferencias sociales observadas en los bebés desde temprana edad podrían depender de esta vía, explica Chawarska.

La conectividad cerebral está vinculada a la atención facial

Los investigadores realizaron un análisis similar con niños que tenían un familiar con trastorno del espectro autista, lo cual aumenta su probabilidad de desarrollar dificultades sociales. En este grupo, la vía también parecía estar interconectada al nacer, como observaron los investigadores en los participantes del Proyecto del Conectoma Humano en Desarrollo.

Al dar seguimiento a este segundo grupo de niños a lo largo del tiempo, los investigadores descubrieron que los niños que mostraron una mayor conectividad en la vía de la percepción social poco después del nacimiento prestaban más atención a los rostros a los 4 meses. Además, una mayor atención a los rostros a los 4 meses se asoció con menos dificultades sociales a los 18 meses.

“Esto sugiere que los procesos cerebrales corticales que dan lugar a la atención social probablemente entran en juego poco después del nacimiento y sientan las bases para el desarrollo de habilidades de participación social”, dice Chawarska.

El equipo de investigación —una colaboración interdisciplinaria que incluyó a varios investigadores del Centro de Estudios Infantiles, el Departamento de Pediatría y el Departamento de Radiología e Imágenes Biomédicas de la YSM, así como del Departamento de Estadística y Ciencia de Datos de la Facultad de Artes y Ciencias de Yale— está profundizando en esta área. Actualmente, están analizando medidas adicionales de atención y realizando un seguimiento a un grupo más amplio de niños a lo largo del tiempo.

"Este trabajo nos ayudará a comprender más sobre los procesos cerebrales que impulsan la atención social en el desarrollo típico y que pueden estar involucrados en las vulnerabilidades sociales que sabemos que están asociadas con el autismo", añade Chawarska.