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Leche materna, as de oro

El primer año de vida de los pequeños tiene un impacto general en el bienestar de su futuro, durante esta etapa el desarrollo neuronal es fundamental.

El cerebro se desarrolla de forma acelerada en el tercer trimestre del embarazo y continúa formando conexiones neuronales durante los primeros años de vida y a pesar de ser un proceso que continua hasta la adolescencia, durante los primeros años se forman seis veces más conexiones neuronales que en la vida adulta.

Durante la fase de formación de conexiones neuronales, el cerebro desarrolla los procesos de sinapsis y mielinización, éste último tiene su máximo potencial desde el nacimiento del pequeño hasta los 5 años de vida y su objetivo es proteger cada una de las neuronas formadas, para lograr una comunicación entre ellas de una forma más rápida y eficiente.

 En sus primeros años de vida, los pequeños viven un periodo de desarrollo cognitivo rápido y dinámico, empiezan a conocer acerca del mundo que los rodea y el aprendizaje a través de experiencias que están presente todos los días.

Una buena protección, estimulación a través del juego y nutrición son factores clave para el buen desarrollo de sus conexiones neuronales. Debido al rápido ritmo de la mielinización en las primeras etapas de la vida, los niños necesitan una dieta rica en neuronutrientes.

La leche materna es la opción ideal para lograr y mantener una salud óptima, pero cuando esto no es posible existen soluciones adecuadas que aportan los nutrimentos que el cerebro de los pequeños necesita.

La alimentación juega un papel primordial en el desarrollo del niño y es clave no solo para el crecimiento, sino también para alcanzar su máximo potencial.

Modificado por última vez enMartes, 14 Julio 2020 05:58
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