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Epilepsia, creencias vs realidad

Pese a que la epilepsia es una enfermedad neurológica de las más comunes, existe falta de información respecto a sus síntomas, tratamientos y consecuencias. En México se calcula que hay alrededor de 2 millones de personas con este padecimiento.

Ante la presencia de la discriminación que sufren quienes la padecen, la Liga Internacional contra la Epilepsia (ILAE), en conjunto con la Oficina Internacional para la Epilepsia (IBE), realizan trabajos constantes para brindar información más amplia, concientizar y crear un mundo donde la vida no esté limitada por esta enfermedad.

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De manera generalizada existen algunas creencias sobre la epilepsia que es necesario erradicar para ayudar a mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.

No es una enfermedad mental

En la antigüedad, se creía que, al ser un padecimiento generado en el cerebro, se podría catalogar como una enfermedad mental. Sin embargo, la epilepsia es una condición neurológica, es decir, afecta al sistema nervioso central y periférico, ya sea el cerebro, la médula espinal, los nervios craneales y periféricos, las raíces nerviosas, el sistema nervioso autónomo, la placa neuromuscular, y los músculos.

En cambio, una enfermedad mental se refiere a una amplia gama de afecciones que afectan el estado de ánimo, el pensamiento y el comportamiento.

No forzosamente afecta el desarrollo cognitivo

La gente que vive con epilepsia no necesariamente tiene un daño cerebral o una alteración cognitiva. Un 80% de quienes la padecen, son personas con un desarrollo normal. No obstante, existe un porcentaje que podría presentar algún tipo de discapacidad en el aprendizaje, sobre todo en menores de edad.

Entre los factores que podría afectar esta parte del desarrollo está la edad en la que comienzan las crisis, conforme sea menor la persona mayor es el daño al desarrollo intelectual; la duración de las crisis es otro aspecto que se relaciona con una pobre habilidad intelectual o la localización de la afectación en el cerebro.

No debes introducir objetos a la boca durante una crisis

Durante una convulsión, se creía que debía colocarse algún objeto en la boca de quién la sufría con el fin de evitar atragantarse con la lengua o morderla. El hecho de introducir cosas mientras sucede una convulsión, puede resultar contraproducente al ocasionar daños mucho más graves, tanto al paciente como a quien se encuentra con él.

Lo adecuado es dejar que la convulsión suceda y vigilar que no se golpe con algún elemento del entorno, sobre todo cuidando la cabeza.

Quien padece epilepsia no puede llevar una vida normal

La presencia de crisis convulsivas afecta el desenvolvimiento del paciente con su entorno. La realidad es que el 70% de las personas con epilepsia pueden vivir sin convulsiones si se diagnostican y tratan adecuadamente.

En cuanto al otro 30%, se trata de casos que son resistentes a fármacos y siguen convulsionando a pesar de haber intentado controlarse con dos o más medicamentos.

En estos casos se puede optar por tratamientos complementarios, como la dieta cetogénica clásica que podría disminuir las convulsiones en más de un 50%, incluso en algunas ocasiones puede eliminarlas por completo.

La eficacia de esta opción radica en el monitoreo constante de la mano del neurólogo y el nutriólogo para personalizarla a las necesidades de cada paciente.

Modificado por última vez enMartes, 13 Octubre 2020 16:23
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