Presentan documento sobre alimentación
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Una dieta saludable no solo es nutritivamente adecuada, sino también promueve la salud humana y respeta la del planeta. Debe favorecer que haya una gran diversidad de alimentos de origen vegetal, alimentos integrales y poco procesados, cultivados localmente y mediante métodos sostenibles.
Esta reflexión es parte del documento Nuestra comida, nuestra salud. Nutrir la biodiversidad para sanarnos a nosotros mismos y al planeta presentado por Slow Food, en el marco del Día Mundial de la Salud.
“La defensa de la biodiversidad, batalla que siempre ha caracterizado a nuestra asociación, representa una posible solución para la crisis climática y la malnutrición, sea esta en forma de sobrealimentación, desnutrición o deficiencias de micronutrientes.
“Observando las tendencias subyacentes que están dando forma a las dietas de todo el mundo y que están causando enfermedades y malnutrición relacionadas con la alimentación, creemos que el concepto ‘una sola salud’ puede ayudar a comprender cómo el modo en que se producen los alimentos puede afectar directamente en la salud de las personas, los animales, las plantas y el planeta”, dijo Marta Messa, directora de Slow Food Europe.
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El documento examina el estado actual de los sistemas mundiales de alimentación, así como el modo como trabaja Slow Food para promover dietas saludables.
También presenta una investigación exclusiva que analiza el contenido nutricional de los productos de Slow Food y describe las principales iniciativas como los huertos y los mercados que apoyan a las comunidades locales y que aseguran dietas saludables y sostenibles protegiendo la biodiversidad.
Describe el modo en que actualmente están controlados nuestros sistemas alimentarios, habla de la necesidad de mejorar el diseño de políticas dentro del campo de la salud y la alimentación y finaliza con recomendaciones de Slow Food para las personas responsables de la legislación.
El sistema actual está dominado por grandes empresas que producen, elaboran, distribuyen y venden alimentación y que crean el marco de elecciones alimentarias disponible para la gente, puesto que ellas definen la disponibilidad de arriba hacia abajo y establecen los precios.
La calidad de los alimentos disponibles es, por lo tanto, pobre en nutrientes: son altos en grasa, sal y azúcar y carecen de nutrientes importantes, como minerales y vitaminas. Además, la excesiva abundancia de estos alimentos también crea problema de seguridad alimentaria, puesto que muchas personas y comunidades ahora no tienen acceso a dietas apropiadas y que sean culturalmente adecuadas.
“Olvidadas a menudo, las plantas locales comestibles pueden suponer una gran contribución para adecuar la nutrición y la diversidad alimentaria. Desde el punto de vista nutricional, muchas especies locales de plantas comestibles son más ricas en vitaminas, minerales y macronutrientes, como grasas y proteínas, que las especies domésticas convencionales”, añadió Serena Milano, Secretaria General de la Fundación Slow Food para la Biodiversidad.