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Aprueban nueva terapia para curar Hepatitis C

La Hepatitis C enfermedad crónica, que se identificó en 1989 y se ha convertido en la causa de medio millón de muertes anuales en el mundo, ahora cuenta con una opción de tratamiento que ofrece porcentajes de cura nunca antes alcanzados, favorece el apego al tratamiento y mejora significativamente la calidad de vida de los pacientes.

 “La reciente aprobación por parte de la Comisión Federal para la Protección contra riesgos Sanitarios (COFEPRIS) de la combinación de simeprevir con sofosbuvir como tratamiento para los pacientes infectados con el genotipo 1 de la Hepatitis C, constituye un avance significativo en el abordaje de esta enfermedad, que ahora ya podemos afirmar que es curable” explicó el Dr. Jorge Luis Poo, médico hepatólogo.

 La combinación de  simeprevir con sofosbuvir, cuya aprobación en Estados Unidos de América y la Unión Europea antecedió a la de nuestro país, se caracteriza por ser una terapia simplificada libre de interferón, que ha demostrado efectividad en el tratamiento de los genotipos 1 y 4 del virus de la Hepatitis C al alcanzar un 97% de respuesta viral sostenida.

 “Por primera vez los avances científicos permiten que una enfermedad crónica como la infección por el virus de la Hepatitis C tenga tan buen pronóstico, ya que además de lograr ser curada hasta en un periodo de tratamiento mínimo de 3 meses, permite a los pacientes tener una mejor calidad de vida al simplificar las tomas y disminuir los efectos adversos que anteriormente eran los causantes del abandono del tratamiento”, comentó el Dr. Poo.

 Con base en lo comentado por los expertos nacionales en gastroenterología y hepatología que se dieron cita en la ciudad de Mérida bajo la convocatoria de Janssen México, la compañía farmacéutica de Johnson & Johnson, la importancia de la aprobación de la nueva combinación de antivirales de acción directa (simeprevir) con los inhibidores de polimerasa (sofosbuvir) radica en el rompimiento del esquema con interferón que durante cerca de 30 años se utilizó para el control de la Hepatitis C, lo que significa un importante avance hacia la cura de la enfermedad.

 Esta nueva opción terapéutica podrá beneficiar al 1.4% de la población mexicana que vive con el virus de la Hepatitis C. A este respecto y debido a que la incidencia de casos registrados hasta 2008  en el  país presentó una tendencia de crecimiento del 10% anual, es decir de 100 a 200 casos nuevos, los médicos aprovecharon para hacer un llamado a la población para  identificar factores de alto riesgo  y así impulsar un diagnóstico temprano de esta enfermedad, que de no ser atendida oportunamente puede generar complicaciones graves como  cirrosis o cáncer de hígado.

 “Si bien la Hepatitis C tiene un curso principalmente asintomático, existen factores de riesgo que es necesario observar para que en caso de identificarse con alguno o algunos, se acerquen al médico gastroenterólogo o hepatólogo, quienes ofrecerán la orientación correcta a los pacientes”, señaló el Dr. Jorge Luis Poo.

 Entre las conductas y experiencias de vida consideradas como de riesgo se encuentran: haber recibido una transfusión de sangre o derivados antes de 1995, ser receptor de algún trasplante de órganos, vivir con el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), ser usuario de drogas que se consumen vía intravenosa e intranasal, haber nacido entre 1945 y 1965, pertenecer o haber pertenecido a comunidades carcelarias y realizarse tatuajes o perforaciones en sitios sin certificación sanitaria.

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